UNIVERSIDAD SANTA MARIA
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
VICERRECTORADO ACADEMICO
        ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA EDUCATIVA





GERENCIA ESTRATÉGICA Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓN EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS DEL ESTADO ZULIA




Autora:
Janetsi Graterol
C.I.: 17.995.622









Zulia, Marzo 2013
UNIVERSIDAD SANTA MARIA
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
VICERRECTORADO ACADEMICO
        ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA EDUCATIVA






GERENCIA ESTRATÉGICA Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓN EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS DEL ESTADO ZULIA

Trabajo Especial de Grado para optar al Título de Especialista en Gerencia Educativa




Autora:
Janetsi Graterol
C.I.: 17.995.622






Zulia, Marzo 2013
 
















GERENCIA ESTRATÉGICA Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓN EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS DEL ESTADO ZULIA
ÍNDICE GENERAL

















DEDICATORIA


Le dedico a Dios Todopoderoso, por darme la vida, sabiduría y orientación  en esta meta. Mil Gracias.
A  mis padres que son mi inspiración para seguir adelante con su apoyo incondicional. Los amo.
A mis hermanos, por apoyarme y ser cómplices, porque siempre hemos compartido  buenos y malos momentos. Los quiero.
A un hombre maravilloso, que me dio su apoyo, confianza y amor en todo momento. Gracias amor, te amo.
A la profesora Magaly Castillo, por su gran orientación y ayuda incondicional





















AGRADECIMIENTO


A Dios Todopoderoso, por darme constancia y fortaleza, por tener la dicha de vivir y lograr mis metas.
A mi amiga Esmeralda, por su ayuda incondicional.
A mi amiga Jenny, por brindarme su apoyo, confianza y dedicación durante el desarrollo de esta meta.
A la Universidad Santa María por darme la oportunidad de mejorar profesionalmente.

                              A  todos ustedes mi eterno agradecimiento














ÍNDICE GENERAL

                                                                                                       pag
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
ÍNDICE GENERAL
LISTA DE CUADROS
RESUMEN
iv
v
vi
viii
ix


INTRODUCCIÓN
1


CAPÍTULOS



I     EL PROBLEMA



1.1 Contextualización y Delimitación del Problema
1.2 Interrogantes de la Investigación
1.3 Objetivos de la Investigación
1.3.1 Objetivo General
1.3.2 Objetivos Específicos.
1.4 Justificación
1.5 Sistema de Variables
1.5.1 Definición Conceptual
1.5.2 Definición Operacional
3
10
11
11
11
11
14
14
16


II   MARCO TEÓRICO



2.1 Antecedentes relacionados con la Investigación.
2.2 Gerencia
2.3 Gerencia Estratégica
2.4 Elementos de la Gerencia Estratégica
2.4.1 Funciones de la Gerencia Estratégica
2.4.2 Planeación Estratégica
2.4.3 Monitoreo Estratégico
2.5 Gestión Directiva
2.5.1 Gestión Directiva Productora
2.5.2 Gestión Directiva Administradora
2.5.3 Gestión Directiva Emprendedora
2.5.4 Gestión Directiva Integradora
2.6 Competencias Docentes
2.6.1 Competencias Docentes Genéricas
2.6.2 Competencias Docentes Laborales
2.6.3 Competencias Docentes Profesionales
2.7 Desempeño Académico de los Alumnos
2.7.1 Desempeño Académico Cuantitativo
2.7.2 Desempeño Académico Cualitativo
18
23
24
26
27
33
36
38
42
45
48
51
55
60
62
64
70
79
80


             III  MARCO METODOLÓGICO



3.1 Tipo y Diseño de la Investigación
3.2 Procedimiento
82
83


IV  CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES



4.1 Conclusiones
4.2 Recomendaciones
85
87


BIBLIOGRAFÍA
89







LISTA DE CUADROS

CUADRO                                                                                    pag

2        Identificación de las Variables

      2  Operacionalización de las Variables
15

17





















INTRODUCCIÓN

Hablar de calidad de la educación incluye varios enfoques complementarios entre sí, entre los cuales se incluyen la gerencia educativa, el desempeño docente. Es decir, es necesario que exista coherencia entre la acción de quienes, de manera directa influyen en la acción educadora; los directivos escolares, responsables del funcionamiento de las organizaciones escolares y los docentes quienes tienen bajo su responsabilidad las actividades de enseñanza-aprendizaje.
En ese sentido, se exige a la educación actual ser de calidad, dada la importancia que ésta reviste para la sociedad, siendo por tanto, uno de los principales objetivos de las reformas educativas implementadas en Venezuela, en donde, se persiguen cuatro finalidades fundamentales:
1. Logro del pleno desarrollo de la personalidad y de la dignidad humana.
2. Fomento del respeto de los derechos y libertades fundamentales.
3. Fomento de la participación en una sociedad libre.
4. Fomento de la comprensión, tolerancia y relaciones entre todas las naciones, grupos religiosos o raciales y el mantenimiento de la paz.
Pero, además se requiere para el logro de la calidad de la educación el desarrollo de una gerencia estratégica conducente a la clarificación de los objetivos de la institución, estableciendo para ello las acciones que se necesitan para lograrlos.
Por esa razón, la presente investigación tiene como propósito analizar la relación entre la gerencia estratégica y la calidad de la educación en las instituciones educativas del  municipio Baralt del estado Zulia, la cual se justifica por cuanto ofrece elementos teórico-conceptuales referidos a la gerencia estratégica así como a la calidad de la educación, para contrastar con la realidad presentada y poder plasmar explicaciones con base en los aportes analizados, las cuales podrán ser consultadas, tanto por otros investigadores como por directivos de otras instituciones educativas que deseen optimizar sus procesos gerenciales, así como la calidad educativa en las mismas.
En ese sentido,  se consideraron aportes de autores como Dessler (2008), Chiavenato (2008), García  (2009), Robbins y Coulter (2008), entre otros.  El desarrollo de la investigación se realizó mediante una metodología de tipo documental con diseño bibliográfico.
El informe final fue una monografía conformada por cuatro capítulos; el Capítulo I, El Problema, conformado por la contextualización y delimitación del problema, interrogantes y objetivos de la investigación,  justificación y sistema de variables. El Capítulo II, Marco Teórico, contiene los antecedentes relacionados con la investigación y los aspectos generales, así como el desarrollo de las variables. El Capítulo III, Marco Metodológico, presenta el tipo y diseño de la investigación y el procedimiento seguido para su desarrollo. El Capítulo IV, Conclusiones y Recomendaciones y la Bibliografía Consultada.




CAPÍTULO I
EL PROBLEMA

1.1. Contextualización y Delimitación del Problema

En  el campo educativo el desempeño eficiente del personal docente está relacionado por la forma gerencial de sus superiores, los cuales deben promover una atmósfera armonizada para el grupo, permitiendo satisfacer las expectativas y necesidades del personal sin causar distorsiones ni presiones perturbadoras que desvirtúen el real sentido de los objetivos educacionales.
Por tanto, para ser verdaderamente excelente la educación debe responder a los cambios planteados a nivel nacional y a las necesidades específicas de las comunidades concretas, rurales o urbanas. Por consiguiente, se trata de replantear la gerencia, convirtiendo los establecimientos escolares de tipo clásico, mediante la generación de nuevos gerentes educativos, alrededor de los cuales se estructure el sistema educativo, quienes utilicen una serie de técnicas necesarias para alcanzar las metas trazadas.
En efecto, para desarrollar la eficiencia y la calidad de los procesos gerenciales; es importante tener una visión integral de estos, pues no pueden reducirse a lo técnico-administrativo, es indispensable enmarcarlos en una perspectiva general donde se consideren todos los elementos del proceso educativo. Es necesario, entonces que la gerencia educativa se inserte en un compendio emergente, el cual permita dar respuestas a situaciones críticas e imprevistas.
Este cambio permite colocar la institución educativa en condiciones de incorporarse al proceso de reformas, ajustándola a las metas institucionales, en fin, dar otra organización a la escuela, asentada en la idea de una gerencia estratégica con la cual se dé respuesta a la función del plantel  al tipo de docentes requeridos, en consecuencia, la clase de colegio esperado.
En efecto, puede plantearse que la dirección como función docente-administrativa debe incentivar, conducir e influenciar a las personas dentro de la institución para el logro de los objetivos educacionales, siendo el director el responsable principal de lograr la realización del trabajo, iniciando la acción y suministrando información a sus subordinados.
Al respecto, Rincón y Núñez (2008), plantean que los individuos se relacionan en una organización en términos de intercambio, pues estos tienen necesidades y las instituciones objetivos, por tanto, para satisfacer sus menesteres particulares, ellos realizan acciones, logrando los resultados deseados, siendo recompensados por su labor, lo cual satisface sus requerimientos, por esta razón, los directivos deben incentivar a su personal a cumplir con su trabajo satisfactoriamente.
De allí que el director que se forme para la gerencia debe tener no sólo la habilidad para analizar las variables contingentes correspondientes a situaciones específicas, sino también capacidad para crear, inventar, y aplicar estrategias administrativas efectivas, ante las circunstancias presentadas integrando teoría y práctica por la vía más útil. En este sentido, dirigir significa asumir responsabilidades, desarrollar la capacidad de dirección  haciendo sentir a todo el personal capaz de conllevar las decisiones.
Visto de esta forma, la complejidad del entorno organizacional actual ha generado que la visión funcional operativa desarrollada por el gerente no sea suficiente, por lo cual este debe poseer un amplio conocimiento, así como conocer detalladamente los conceptos, técnicas, herramientas necesarias para el desarrollo de las competencias adecuadas para implementar eficientemente una planificación.
En este marco de pensamiento, el Programa  Actualización de Maestros de Escuela (AME, 2010), señala que la calidad de un centro educativo supone por parte de los directivos: una concepción estratégica, integral, global de la función misma de la organización; el establecimiento de metas asociadas al desempeño institucional esperado, a partir del diagnóstico objetivo de las necesidades de los propios estudiantes, los recursos disponibles, necesarios, el entorno inmediato; la evaluación permanente de la gestión (planificar, hacer, verificar, ajustar) involucrando a los diferentes niveles en el logro de resultados parciales y totales.
Asimismo, el mencionado programa plantea que los directivos deben diseñar mecanismos de evaluación tanto internos como externos, a fin de involucrar nuevos actores en todas las fases del proceso. Por tanto, para el personal directivo alcanzar la calidad de su institución, desde la gerencia estratégica, parte de asegurar desde el diseño del proyecto anual de gestión, aquellas acciones centrales y complementarias a la función educativa de aula, las cuales permitirán crear o facilitar las condiciones requeridas del entorno o ambiente, recursos, procesos para el logro de los resultados parciales/finales anhelados por la institución
Desde esta perspectiva, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO,  2007), plantea  nuevos roles gerenciales de los sistemas educativos, enfatizando cómo la escuela debe ampliar su planificación y estrategias de vinculación con la comunidad, así como la formación de estudiantes preparados para el diálogo, desarrollando en ellos, los valores propios de una comunidad democrática, equitativa, justa.
Por tanto, a la escuela no le basta con ser eficiente, debe además ser eficaz, pues ambas categorías son necesarias y complementarias, necesitándose además, el manejo de criterios gerenciales, así como de planificación, que permitan alcanzar la excelencia, respondiendo de esta manera, a las necesidades de su comunidad educativa, con criterios de pertinencia. Al respecto, Ortiz (2005), expresa:

Estos cambios sólo se logran si se transforman los estilos, las formas de dirección en los diferentes niveles, en especial, en la escuela, reorientando las formas táctico-operativas, es decir, mediano/corto plazo, por aquellas basadas en el futuro, con un enfoque estratégico (p. 15)


De acuerdo con lo anterior, los directivos de las escuelas primarias requieren aumentar sus conocimientos, así como desarrollar competencias específicas, las cuales permitan conducir apropiadamente las instituciones; pues en el ambiente existe un elevado nivel de incertidumbre, el cual influye tanto en la decisión como en las estrategias aplicadas.
En este sentido, una de las prioridades de las instituciones educativas, es brindar un servicio eficiente como alternativa de solución a la crisis educativa y al incremento de la población estudiantil, por lo que requiere de su personal directivo un alto grado de competitividad. En opinión de Dordelly (2009), la gerencia estratégica es una herramienta fundamental para el logro y funcionamiento efectivo de la estructura organizativa, por tanto, se considera como un proceso de organización, empleo de recursos para el logro de los objetivos preestablecidos a través de una eficiente organización donde el gerente educativo dirige su equipo hacia el logro de los objetivos institucionales.
Por lo anteriormente expuesto, la investigadora considera que el gerente educativo debe dirigir su equipo mediante un proceso motivacional continuo donde se estimule, inspeccione, oriente y reconozca constantemente la labor desarrollada además de ejecutar la acción y función gerencial. En este sentido, se señala la inexistencia de una gerencia educativa estratégica cuando la planificación utilizada es normativa, caracterizada por la rigidez, centralización de la organización, la ausencia de delegación de autoridad, así como carencia de liderazgo.
Visto de esta forma, una de las principales tareas del gerente educativo es aplicar una serie de estrategias para optimizar el uso de los recursos disponibles para el logro de los objetivos organizacionales, comenzando con el proceso de toma de decisiones, las cuales pueden ser: estratégicas, administrativas y operativas. Por ello, toda institución educativa que desee tener una gestión eficiente debe contar con un gerente estratégico, el cual oriente a los docentes en su proceso de planificación, además de ayudarlos en su ejecución.
Al respecto, Rincón y Núñez (2008), señalan que los  gerentes educativos, como líderes ejecutan funciones académico-administrativas, mencionando entre ellas asignar tareas, evaluar desempeño, orientar el proceso de enseñanza. Diseñar políticas institucionales, además, de propiciar las relaciones interpersonales. Asimismo, el directivo tiene como acción primaria influir en el personal para contribuir en el logro de los objetivos organizacionales, requiriendo para ello, tener confianza en sí mismo.
Sin embargo, Castillo (2008), señala que en los países latinoamericanos y, concretamente, en Venezuela existen debilidades relacionadas con la forma de gerenciar de los directivos de las instituciones escolares relacionadas con el cumplimiento de sus funciones, por cuanto no poseen los conocimientos necesarios para llevar a cabo un proceso estratégico, el cual permita  generar cambios en sus escuelas a partir de una adecuada dirección.
Aunado a lo anterior se puede señalar que los directivos de algunas instituciones educativas según observaciones realizadas, no se sienten identificados con la cultura organizacional de sus planteles, razón por la cual sus valores e intereses se contradicen con las implantadas en ellos, originando pasividad e indiferencia del personal ante los planteamientos de estos.
 De igual forma, se observa la discrepancia entre la manera de dirigir de quienes gerencian en el sector rural y los gerentes del sector urbano, pues en el primero se adolece del respectivo control de las actividades realizadas por el personal docente, generando, quizás como resultado, la apatía e incumplimiento por parte de ellos de aspectos tan importantes como la planificación de proyectos, unidades didácticas, así como planes diarios de clase.
Esta situación, señala Hernández (2006), conlleva a que la toma de decisiones de la dirección no se base en un efectivo control de la factibilidad operativa para garantizar la efectividad de la gerencia en el logro de los objetivos institucionales, así como tampoco se realiza un diseño de estrategias a corto y mediano plazo, las cuales de ser implementadas, planteen escenarios viables de solución de problemas, de existir sistemas alternativos de canalización de los procedimientos técnico-administrativos.
En este sentido, las instituciones educativas ubicadas en las zonas rurales del país se encuentran desasistidas, tal vez por su ubicación geográfica, la cual las hace de difícil acceso y por tanto de escaso control por parte de las autoridades escolares, más aún, por sus directivos quienes asisten poco a sus sedes, evidenciándose ausencia del cumplimiento de las funciones gerenciales básicas, así como pérdida de liderazgo, toma de decisiones desfasada de la realidad, alternativas de solución inviables de llevar a cabo, entre otras debilidades.
Esta realidad se observa en las instituciones educativas del Municipio Baralt, estado Zulia los directivos y docentes se concretan en cumplir con las actividades rutinarias, planificaciones repetitivas año tras año, cumplimiento de horarios, tramitación de documentos, pero sin ejercer una verdadera gerencia desde su cargo jerárquico.
 Esta situación genera, quizás, que las escuelas se mantengan al margen de las reformas educativas, implementadas a nivel de los procesos de enseñanza, por cuanto el personal directivo parece no estar orientando la praxis de los docentes en relación a la planificación de la enseñanza.
En este orden de ideas, Bedoya (2007), señala que una deficiente gerencia estratégica puede perjudicar el proceso de enseñanza aprendizaje mediado por los docentes y, en consecuencia, el servicio escolar brindado por la institución. Lo anteriormente planteado podría ocasionar un descenso del nivel educativo de los egresados de los planteles, pues sin una buena gerencia toda organización escolar disminuye su nivel de efectividad.
Por lo anteriormente expuesto, en esta investigación se pretende analizar la relación entre la gerencia estratégica y la calidad de la educación en las instituciones educativas del  municipio Baralt del estado Zulia, ubicándose en la Línea de Investigación: Sociedad Educadora y Estado Docente.


1.2 Interrogantes de la Investigación


¿Cuáles son los elementos de la gerencia estratégica aplicados por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia?
¿Cómo es la gestión directiva desarrollada por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia para alcanzar la calidad de la educación?
¿Cuáles son las competencias docentes requeridas para alcanzar la calidad de la educación en las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia?
¿Cómo es el desempeño académico de los alumnos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia?


1.3 Objetivos de la Investigación


1.3.1 Objetivo General

Analizar la relación entre la gerencia estratégica y la calidad de la educación en las instituciones educativas del  municipio Baralt del estado Zulia

1.3.2 Objetivos Específicos

Identificar los elementos de la gerencia estratégica aplicados por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia.
Describir la gestión directiva desarrollada por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia.
Describir las competencias docentes requeridas para alcanzar la calidad de la educación en las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia.
Identificar el desempeño académico de los alumnos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia.

1.4 Justificación

Toda institución educativa para tener un óptimo funcionamiento depende de la gestión gerencial de sus directivos, pues ellos son los encargados de dirigir, organizar, planificar, controlar y supervisar los procesos que en ella se desarrollan. En este sentido, es esencial el ejercicio de una gerencia estratégica por parte de quienes está a cargo de la dirección de la misma, pues a través de sus postulados la escuela alcanza la efectividad educativa.
Al respecto, Thompson y Strickland (2009) definen la gerencia estratégica como “el proceso administrativo de crear una visión estratégica, así como implantar y ejecutar dicha estrategia y después con el transcurso del tiempo, iniciar cualquier ajuste correctivo en la visión, los objetivos, la estrategia o su ejecución que parezca adecuado” (p.6)
Se infiere entonces que la gerencia estratégica es el mecanismo por el cual la organización educativa clarifica sus objetivos y establece la prioridad de las acciones que se necesitan para lograrlos, permitiendo a los directores determinar cómo deben ser los recursos, los cuales generalmente son limitados.
Desde esa perspectiva, se considera que los directivos de un plantel como gerentes educativos representan la clave para el funcionamiento, transformación o estancamiento de la misma, por tanto, ellos son los  líderes primordiales del proceso educativo, encargados de desencadenar las acciones tendientes a optimizar la calidad de la educación impartida en sus respectivas escuelas.
En ese marco de referencia, David (2006) define la gerencia estratégica como “la formulación, ejecución y evaluación de acciones que permitirán a una organización alcanzar sus objetivos”. Se deduce entonces que, ésta es un proceso dirigido a convertir una institución educativa de reactiva en proactiva en la formulación de su futuro.
 Por tanto, la gerencia del directivo cobra una nueva dimensión, pues permite realizar el seguimiento correspondiente a la planificación pedagógica, la cual debe estar acorde a los nuevos enfoques pedagógicos asumidos por el sistema educativo venezolano.
En este sentido, se desea una acción directiva que tome decisiones, planifique, organice, administre, coordine el proceso educativo atendiendo los fundamentos administrativos, así como a la normativa legal establecida por las autoridades educativas correspondientes. Por lo anteriormente señalado, esta investigación se justifica desde los siguientes puntos de vista:
1. Teórico, por cuanto ofrece elementos teórico-conceptuales referidos a la gerencia estratégica así como a la calidad de la educación, para contrastar con la realidad presentada y poder plasmar explicaciones con base en los aportes analizados, las cuales podrán ser consultadas, tanto por otros investigadores como por directivos de otras instituciones educativas que deseen optimizar sus procesos gerenciales.
2. Práctico, ya que los resultados obtenidos posibilitarán la elaboración de conclusiones concretas y recomendaciones pertinentes, factibles de aplicar en cualquier institución que requiera formar gerencialmente a sus directivos.
3. Metodológico, pues ofrece un estudio de tipo documental con base en un estudio de campo cuya estructura puede ser utilizada por otros investigadores cuyos estudios tengan orientación similar. Además, servirá de antecedente a otros trabajos relacionados con la temática planteada.

1.5 Sistema de Variables


De acuerdo con Palella y Martins (2006), “para establecer el sistema de variables, es menester valerse de la definición conceptual y operacional de aquellas, es decir, de las dimensiones y los indicadores de cada una”. Es decir, comprende las definiciones conceptual, operacional de las variables con sus respectivos indicadores, subindicadores.
Asimismo, Tamayo (2009), refiere que el sistema de variables comprende el conjunto de variables del trabajo según la realidad problemática que enuncie el investigador. Es decir, el sistema de variables está comprendido por las definiciones conceptuales y operacionales de todas las variables propuestas en la investigación.

1.5.1 Definición Conceptual


Según el Manual USM (2012), “la definición conceptual de la variable es la expresión del significado que el investigador le atribuye y con ese sentido debe entenderse durante todo el trabajo” (p.36). esto implica que la variable debe ser definida por el investigador de acuerdo con su criterio personal, así como la orientación que éste le da al enunciado dentro de la investigación.
Asimismo, Chávez (2007), señala que la conceptualización de una variable independientemente del tipo de investigación que se realice, debe efectuarse debidamente, sustentada científicamente y en estrecha relación con el instrumento que la medirá.
De acuerdo con la autora mencionada, la definición conceptual de la variable debe estar sustentada por autores, aun cuando sea conceptualizada por el investigador y, en el caso de los estudios de campo, deben relacionarse con el instrumento de medición.
También Balestrini (2006), concibe la definición conceptual estrechamente relacionada con el cuerpo teórico en el cual está contenida, especificando el significado que ha de otorgársele a un determinado enunciado dentro del estudio. Esta referencia, es similar a la expresada por el Manual USM donde se indica que esta definición debe ser original del investigador según la orientación de ésta para el trabajo.




Cuadro 1 Identificación de las Variables


OBJETIVOS ESPECÍFICOS
VARIABLES
DEFINICIÓN CONCEPTUAL
Identificar los elementos de la gerencia estratégica aplicados por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia.
Elementos de la gerencia estratégica aplicados por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia
Son todos aquellos aspectos que son considerados por el gerente educativo para el cumplimiento de sus funciones
Describir la gestión directiva desarrollada por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia
Gestión directiva desarrollada por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia
Modo de dirigir una institución educativa que permite alcanzar la calidad de la educación que en ella se imparte.

Describir las competencias docentes requeridas para alcanzar la calidad de la educación en las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia.
 Competencias docentes requeridas para alcanzar la calidad de la educación en las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia
Conjunto de elementos, factores que debe reunir un docente para desempeñarse adecuadamente dentro y fuera del aula que permiten alcanzar la calidad de la educación.

Identificar el desempeño académico de los alumnos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia.

Desempeño académico de los alumnos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia
Resultado del aprendizaje de los alumnos en un determinado año escolar que permite determinar el nivel de calidad de la educación en las instituciones educativas
Fuente: Elaborado por la autora (2013)





1.5.2 Definición Operacional

Según Balestrini (2006), la definición operacional de una variable “implica seleccionar los indicadores contenidos, de acuerdo al significado que se le ha otorgado a través de sus dimensiones a la variable en estudio”. Es decir, en esta etapa se debe indicar en forma precisa los indicadores y subindicadores de la variable para  el qué, cuándo y cómo de la misma.
Asimismo, Palella y Martins (2006), señala que “la definición operacional pretende identificar los elementos y datos empíricos que expresen y especifiquen el fenómeno en cuestión”. En otras palabras, la variable queda definida en indicadores y subindicadores guiando al investigador durante la realización de su trabajo.
De igual forma, el Manual USM (2012) expresa:

La definición operacional de la variable representa el desglosamiento de la misma en aspectos cada vez más sencillos que permiten la máxima aproximación para poder medirla, estos aspectos se agrupan bajo las denominaciones de dimensiones, indicadores y de ser necesario subindicadores. (p. 37)


Bajo esta definición se asumió la presente investigación, por cuanto representa lo establecido por la USM para la elaboración de los trabajos especiales de grado, la cual plantea que la definición operacional es la descomposición de la variable en elementos más pequeños que faciliten su desarrollo dentro del trabajo.
En otras palabras, la definición operacional se refiere a un esquema detallado del desarrollo de la variable propuesta, cuyos elementos requieren ser especificados ampliamente dentro del marco teórico de la investigación.

Cuadro 2 Operacionalización de las Variables

VARIABLE
DIMENSIÓN
INDICADOR
SUBINDICADOR
Elementos de la gerencia estratégica aplicados por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia
Gerencial  
Funciones de la Gerencia Estratégica

Planeación Estratégica
Monitoreo Estratégico
Planificación
Organización
Dirección
Control
Gestión directiva desarrollada por los directivos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia
Gerencial
Productora
Administradora
Emprendedora
Integradora




Competencias docentes requeridas para alcanzar la calidad de la educación en las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia
Social
Competencias Docentes Genéricas
Competencias Docentes Laborales
Competencias Docentes Profesionales


Desempeño académico de los alumnos de las instituciones educativas del municipio Baralt del estado Zulia
Educativa
Desempeño Académico Cuantitativo
Desempeño Académico Cualitativo

Fuente: Elaborado por la autora (2013)

CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO

En este capítulo se presenta la fundamentación teórica de la investigación que se desarrolla, en donde se plasman los antecedentes encontrados por la investigadora relacionados con la variable de estudio, las teorías y enfoques referidos a la temática, los términos básicos utilizados, así como el sistema de la variable.

2. 1 Antecedentes relacionados con la Investigación

La revisión bibliográfica y documental realizada por la investigadora generó un conjunto de hallazgos relacionados con estudios anteriores referidos a la gerencia estratégica, así como a la calidad de la educación, entre los que se encuentran:
El estudio realizado por Moronta, N. (2008) titulado Gerencia Estratégica: Un enfoque en la aplicación de los proyectos educativos integrales comunitarios, el cual tuvo como propósito comparar el proceso de gerencia estratégica como enfoque fundamental en la aplicación de proyectos educativos integrales comunitarios en las escuelas primarias bolivarianas de la parroquia La Rosa del municipio Cabimas, con base en los lineamientos exigidos para su aplicación.
Los resultados señalaron que, en opinión de los directivos, existe un nivel efectivo en la formulación, implementación, evaluación de la gerencia estratégica y la aplicación del PEIC, mientras para los docentes ambos procesos fueron  medianamente efectivos, requiriéndose una revisión profunda por cuanto presentan debilidades, así como fallas en su ejecución.
La investigación anterior fundamenta el presente estudio pues plantea la necesidad de que los directivos escolares desarrollen una gerencia estratégica en sus instituciones para garantizar la efectividad y eficiencia de los procesos realizados en ellas.
En este marco de ideas, Novoa (2008) realizó una investigación denominada Gerencia estratégica y desempeño laboral de los docentes de Educación Primaria, cuyo propósito fue determinar la relación entre la gerencia estratégica del director y el desempeño laboral de los docentes de Educación Primaria que laboran en las escuelas adscritas a la Parroquia Escolar Nº 1 del Municipio Maracaibo.
Los resultados permitieron concluir que existe una correlación altamente positiva (0.98) entre ambas variables lo cual indica que a mayor aplicación de la gerencia estratégica mayor desempeño laboral de los docentes. Por tanto, estas instituciones mantienen estándares de efectividad y eficiencia.
Este estudio se relaciona con la presente investigación al destacar la importancia del ejercicio de una gerencia estratégica en las escuelas primarias para garantizar un adecuado desempeño de los docentes, generando a su vez una optimización del servicio que brindan a la comunidad.
Desde esta perspectiva se enmarca el estudio de Romero (2008) denominado Gerencia Estratégica del director y Planificación del docente de Educación Básica. El propósito de la investigación fue analizar la importancia de la gerencia estratégica implementada por el director  en la planificación que realizan los docentes de las unidades educativas adscritas al Circuito Escolar Nº 4 del Municipio Maracaibo.
Los resultados señalaron que el 79% de los directores ejercían una gerencia con enfoque estratégico en sus instituciones educativas en las cuales el 93% de los docentes cumplían con el proceso de planificación diaria, semanal y por proyectos. Se puede concluir que es importante el ejercicio de una gerencia de tipo estratégico dentro de las escuelas para poder optimizar el proceso de planificación de los docentes pues este enfoque brinda al personal directivo las herramientas necesarias para orientar dicho proceso.
Se consideró el estudio anterior como antecedente relacionado con la presente investigación por cuanto destaca la importancia del ejercicio de una gerencia estratégica para el buen funcionamiento de las organizaciones escolares, indicando además, que este tipo gerencial ofrece las herramientas requeridas para ello, lo cual se traduce en un incremento de la calidad de la educación que se ofrece.
Como resultado de la revisión bibliográfica realizada por la investigadora en relación a la calidad de la educación, se produjeron los siguientes hallazgos:
La investigación desarrollada por Fernández (2009) titulada Uso de Internet como herramienta didáctica y calidad educativa la cual tuvo como propósito determinar la relación existente entre uso de internet como herramienta didáctica y calidad educativa
Las conclusiones permiten evidenciar que aun cuando el docente de las escuelas abordadas, Unidades Educativas No. 1 Sede Norberto Iguarán, No. 11 Sede El Carmen y Sede No. 13 Sede Erika Beatriz, conocen la importancia del uso de internet como herramienta didáctica, no siempre lo aplican en el proceso de enseñanza - aprendizaje, con ello la proyección de la calidad educativa en la República de Colombia, Municipio Maicao se ubica en condiciones deficitarias para el resto del funcionamiento educativo.
La investigación anterior se seleccionó como antecedente de este estudio ya que ofrece diversos elementos teóricos acerca de la calidad educativa, los cuales son de gran utilidad para la fundamentación del mismo, pues se consideran similares criterios al momento de evaluar la calidad de la educación.
Asimismo, se seleccionó el estudio de Ríos (2010) denominado Calidad educativa y estrategias de aprendizaje en instituciones de educación primaria, el cual tuvo como objetivo determinar la relación entre Calidad Educativa y Estrategias de Aprendizaje en Instituciones de Educación Primaria del Municipio Mara del estado Zulia.
 Se utilizó un cuestionario para la recolección de datos, tipo encuesta con ítems cerrados con respuestas de cuatro alternativas, en escala Likert, para medir las variables estudiadas. Los resultados de la investigación se analizaron utilizando una estadística descriptiva con valores absolutos y relativos, los cuales indicaron que la calidad educativa como las estrategias de aprendizajes no presenta ninguna situación problemática dentro de estas instituciones estudiadas.
 Se concluyó que existe una correlación positiva considerable; entre las dos variables. Se recomendó el uso de estrategias constructivistas tanto de enseñanza como de aprendizaje destinado a la formación del pensamiento creador y crítico en los docentes y estudiantes.
La investigación que precede es pertinente con el presente estudio, por cuanto se refiere a uno de los factores incidentes en la calidad educativa, reflejada en las estrategias de aprendizaje de los estudiantes como elemento esencial del desempeño académico de éstos, ofreciendo resultados que pudieron tomarse como referentes para sustentar dicho indicador.
Finalmente, se tomó como antecedente la investigación de  González (2012) titulada Desarrollo de competencias tecnológicas y calidad educativa en las aulas virtuales, la cual consistió  en determinar la relación entre las variables propuestas. La realidad evidenciada permite establecer que las actividades formación en las aulas virtuales se encuentran en una categoría baja en relación al procesamiento de información mediante el uso de tecnologías.
En cuanto a identificar las competencias tecnológicas específicas de los docentes, se evidenció que el uso de procesadores de texto está en la categoría baja, similar a la utilización de hojas de cálculo. En cuanto a describir las estrategias de calidad aplicadas en las aulas virtuales los resultados evidencian para el caso de los círculos de calidad que tal estrategia se ubicó en una categoría baja, al igual que la innovación.
Con respecto a establecer la relación estadística entre desarrollo de competencias tecnológicas y calidad educativa en las aulas virtuales, la utilización del estadístico Omega al cuadrado permitió determinar que las variables de estudio presentan una relación positiva pero baja.
La investigación anterior se seleccionó como antecedente, pues se refiere a las competencias tecnológicas de los docentes, siendo éstas uno de los factores incidentes en la calidad de la educación, indicando además, que los docentes deben poseer dominio de las herramientas tecnológicas para cumplir con los diversos programas propuestos por el Sistema Educativo Venezolano en la búsqueda de optimizar dicha calidad.

2.2 Gerencia

La gerencia puede entenderse de dos maneras, la primera como una de las partes o secciones de una organización y la segunda como la actividad de gerenciar, así como llevar adelante el trabajo de organización/planificación en cualquier tipo de espacio. Al respecto, Chiavenato (2008) señala que la palabra gerencia está hoy en día estrechamente vinculada con el espacio laboral, organizacional, debido a su relación con específica con la posesión de actitudes, capacidades, las cuales tienen como fin la obtención de resultados apropiados para el funcionamiento de una institución u organización.
Tal como se plantea, el término gerencia tiene dos utilidades principales, es decir, al hablar de gerencia como sección o departamento de una organización, se está haciendo referencia a la actividad de gerenciar o poner en práctica todo tipo de técnicas y métodos  que puedan organizar el funcionamiento de una institución. Normalmente, la gerencia es la encargada de coordinar a las diferentes secciones a su cargo, para lograr la existencia de una dinámica, una comunicación apropiada entre ellas.
Asimismo, el término gerencia es aplicado para describir este tipo de actividades más que para hacer referencia a una sección de la organización. En este orden de ideas, Chiavenato (2008) expresa “para llegar a ocupar un puesto de gerente, la persona debe contar con ciertas aptitudes, las cuales pueden adaptarse en mayor o menor medida a cada situación particular, pero, son por lo general bastante similares” (p.31). Entre ellas, pueden citarse: buena presencia, trato respetuoso hacia los colegas, una actitud de liderazgo, autoridad, seriedad, entre otras. Todas estas características tienden a facilitar la generación de espacios de trabajo adecuados en donde los gerentes pueden encontrar mejores resultados a sus pedidos y sugerencias.
En opinión de la investigadora, la gerencia se define como el proceso de planeación, organización, actuación y control de las operaciones de la organización, que permiten mediante la coordinación de los recursos humanos, materiales esenciales, alcanzar sus objetivos de una manera efectiva, eficiente, es decir, una gerencia estratégica.
Asimismo, Robbins y Coulter (2008) definen la gerencia como “el proceso de hacer que las actividades sean terminadas con eficacia y eficiencia a través de otras personas” (p.8). Es decir, es un proceso que consiste en organizar adecuadamente las ideas e iniciativas y convertirlas en los propósitos que requiere el recurso humano como centro de atención y protagonista del cambio, para tener la efectividad en la planificación, organización, dirección, control.

2.3 Gerencia Estratégica

La gerencia estratégica, es en la actualidad, de gran relevancia para las instituciones educativas, pues se toma como herramienta para llevar a cabo la adecuada dirección de las mismas garantizando una eficiente gestión. De acuerdo con Dessler (2008) “es el arte de formular, implantar y evaluar las decisiones, acciones que permiten a una organización lograr sus objetivos” (p.32). Incluye los elementos de la administración tradicional, pero le da más relevancia a:
La visión de la organización.
La actuación prospectiva de la organización.
La capacidad de definir la dirección de la organización.
El compromiso gerencial en todas las fases del proceso productivo.
El enfoque del personal como el recurso más valioso de la organización.
La definición clara de lo que se busca a largo plazo y cómo lograrlo.
En este orden de ideas, David (2006) define la gerencia estratégica como “la formulación, ejecución y evaluación de acciones que permitirán a una organización lograr sus objetivos”. Su proceso se puede describir como “un enfoque objetivo, sistemático para la toma de decisiones de una organización” (p.3).
De acuerdo con lo anterior, se deduce que la gerencia estratégica es un intento por organizar información cualitativa y cuantitativa, la cual permite la toma de decisiones efectivas en circunstancias de incertidumbre. Asimismo, es un proceso dirigido a convertir una organización de reactiva en proactiva en la formulación de su futuro.
El proceso de gerencia estratégica está basado en la creencia de que una organización debe verificar en forma continua los hechos, así como las tendencias externas e internas, para lo cual requiere investigación, análisis, toma de decisiones, compromiso, disciplina, voluntad de cambio por parte de los empleados. Sobre este particular, David (2006) acota:

 La formulación de estrategias incluye la identificación de las debilidades y fortalezas internas de una organización, la determinación de las amenazas y oportunidades externas de una firma, el establecimiento de misiones de la compañía, la fijación de objetivos, el desarrollo de estrategias alternativas, el análisis de dichas alternativas y la decisión de cuales escoger. La ejecución de estrategias requiere que la firma establezca metas, diseñe políticas, motive a sus empleados y asigne recursos de tal manera que las estrategias formuladas puedan ser llevadas a cabo de forma exitosa. (p.3)


De acuerdo con la definición anterior, el proceso de gerencia estratégica se puede describir como un enfoque objetivo y sistemático para la toma de decisiones en una organización. Se trata de un intento por organizar información cuali-cuantitativa, de manera que permita realizarla efectivamente en circunstancias de incertidumbre.

2.4 Elementos de la Gerencia Estratégica aplicados por los directivos de las instituciones educativas del Estado Zulia

La gerencia estratégica está referida al proceso de selección de políticas y estrategias de acción administrativa, que permitan la maximización de los resultados mediante la utilización apropiada de los recursos organizacionales. Al respecto, Thompson y Strickland (2009) la definen como “el proceso administrativo de crear una visión estratégica, así como implantar y ejecutar dicha estrategia y después, con el transcurso del tiempo, iniciar cualquier ajuste correctivo en la visión, los objetivos, la estrategia o su ejecución que parezca adecuado” (p.6).
En ese sentido,  el gerente debe tener como función indispensable la elaboración de planes estratégicos, para que de esa manera se pueda proporcionar a la organización, una información adecuada y útil para evaluar en forma conveniente las posibilidades de obtener utilidades en el futuro y que la institución adquiera el mayor valor posible, fortaleciéndose organizacionalmente.
Visto de esa forma, la gerencia estratégica es el mecanismo por el cual la organización clarifica sus objetivos y establece la prioridad de las acciones que se necesitan para lograrlos. Ello permite a los  directores determinar cómo deben ser los recursos que, generalmente, son limitados.
Ahora bien, el proceso de gerencia estratégica, según Frances (2006), es la manera en la cual se definen sistemáticamente los lineamientos estratégicos, de una empresa u organización, desarrollados en guías detalladas de acción, a los que se asignan recursos y se plasman en documentos llamados planes. Comprende, en opinión de Chiavenato (2008) los siguientes elementos: funciones, planeación, monitoreo.

2.4.1 Funciones de la Gerencia Estratégica

Según Dessler (2008) la gerencia estratégica tiene, básicamente, las funciones básicas de los procesos administrativos: planificación, dirección, organización y control.
- Planificación: Es esencial para que las organizaciones logren óptimos niveles de rendimiento, estando directamente relacionada con ella, la capacidad de una organización para adaptarse a los cambios.  Tomando  en cuenta lo expresado  por Chiavenato (2008) la planificación incluye elegir y fijar las misiones y objetivos de la organización. Además, representa un proceso un proceso mental, un ejercicio intelectual, más que una serie de procesos, procedimientos, estructuras o técnicas prescritas.
Puede inferirse que la planificación tiene una importancia decisiva en las organizaciones, por cuanto sin planes los gerentes no saben cómo organizar su personal ni sus recursos debidamente. En ese sentido, es fundamental por cuanto:
Permite orientar la institución hacia el futuro.
Facilita la coordinación de acciones      
Resalta los objetivos organizacionales.
Se determina anticipadamente qué recursos se van a necesitar para que la institución opere eficientemente.
En relación a su estructura, la planificación une tres tipos de planes fundamentales, que son: planes estratégicos, programas a mediano plazo y planes operativos. Por tanto, la planeación estratégica se considera como el esfuerzo sistemático y formal de una organización para establecer sus propósitos, objetivos y estrategias básicas para desarrollar planes detallados con el fin de poner en práctica las políticas y estrategias y así lograr los objetivos y propósitos básicos de la institución.
Por otro lado, apoyando lo expresado por Galarraga (2003), indica que la planificación es “un proceso proactivo, mediante el cual se desarrolla procedimientos  y se dictan acciones, con el fin  de alcanzar metas y objetivos específicos” (p.13), la planificación representan un elemento esencial en los procesos administrativos de toda organización incluyendo las escuelas, por lo tanto, se debe aplicar en el área financiera como organizativa para este modo alcanzar altos niveles de eficiencia y eficacia en la gestión.
La función de planificación, de acuerdo con Gibson y otros (2009) incluye “definir los fines propuestos, determinar los medios apropiados para su logro” (p.17). De allí que la planeación se considere como proceso formal en el cual se fijan metas específicas, estableciéndose planes detallados para alcanzarlas.
Al respecto, Dessler (2008) define la planificación como:

Un  proceso que empieza con objetivos, define estrategias, políticas y planes detallados para alcanzarlas, establece una organización para llevar a la práctica las decisiones, e incluye una revisión del rendimiento, así como retroalimentación para introducir un nuevo ciclo de planeación (p.326)


De lo anterior se deduce que el primer paso de la planificación son los objetivos, los cuales se establecen para cada una de las subunidades de la institución educativa, tales como departamentos o coordinaciones, cuyo logro se cumple mediante la definición de programas, en donde se considera la viabilidad y la aceptación del personal.
Cabe señalar que la planificación es la primera de las cuatro funciones administrativas y consiste en un proceso de establecimiento de objetivos, así como la forma de alcanzarlos, la cual se plasma en los planes en donde se identifican los recursos necesarios, las tareas a ejecutar, las acciones a emprender, además del tiempo requerido para cada una de ellas.
- Organización: Según Chiavenato (2008) la organización es el acto de organizar, estructurar e integrar los recursos y los órganos encargados de administrar, así como establecer relaciones, atribuciones a cada uno de ellos. En este sentido, organizar significa agrupar, estructurar e integrar los órganos institucionales, definir la estructura de los órganos que los deberán administrar, establecer la división del trabajo mediante la diferenciación, definir los niveles, tanto de autoridad como de responsabilidad.
Asociado a este concepto, Gibson y Otros (2009) señalan que la función de organización incluye todas las actividades administrativas, las cuales traducen las acciones planeadas requeridas en una estructura de tareas y autoridad. De acuerdo con lo anterior, el propósito fundamental de la organización en las instituciones educativas es la existencia de una coordinación de sus miembros, cuyas acciones aseguren de forma sistemática un modelo de esfuerzo colectivo donde ellos puedan actuar con seguridad, estableciendo una función independiente de las personas o individuos pertenecientes a ella.
Desde esta perspectiva, Melinkoff (2006) expresa “la organización es una función proyectiva de la organización, que se complementa con la dirección, pues solamente a través de ese proceso de complementación es factible lograr el objetivo que por sí misma no alcanzaría” (p.10).
De acuerdo con lo anterior, la organización es una función administrativa realizada por el gerente educativo, a través de la cual este asigna a los componentes de su estructura: directivos, docentes, personal administrativo, obrero, determinadas responsabilidades específicas según su relación jerárquica.
Por esta razón, los directivos de las instituciones de Educación Primaria deben dominar esta función gerencial, por cuanto requiere conformar un ambiente de trabajo predecible para el personal que labora en ellas con el fin de facilitarles el cumplimiento de las tareas asignadas.
Asimismo, el directivo escolar debe organizar las distintas comisiones o clubes que funcionan en las instituciones a fin de lograr que cada miembro que cada miembro del personal trabaje en función de las metas comunes, lo cual implica agruparlos eficaz, eficientemente para alcanzar las metas trazadas.
- Dirección: De acuerdo con Koontz y O’ Donell (2007) la dirección es el aspecto interpersonal de la administración, por medio de la cual los subordinados pueden comprender y contribuir, tanto con efectividad como con eficiencia al logro de los objetivos de la institución. Por ello, se infiere que el directivo de una escuela tiene la responsabilidad de lograr el cumplimiento del trabajo, iniciar la acción, así como de suministrar la información al personal.
Al respecto, Martínez (2005) señala “la dirección consiste en motivar a los empleados para que desempeñen una actividad y así lograr los objetivos de la organización, mediante el liderazgo y la toma de decisiones” (p.42).
Así mismo, Soto (2006)  expresa “la acción de dirección es un proceso que imprime orden y hace crecer la organización como un sistema asociándose con la planificación, la organización” (p.38), indicando la dirección como el proceso de instrumentar el plan, usar los recursos organizados en operaciones, tanto reales como efectivas para lograr los objetivos establecidos.
En este sentido, Koontz y O’ Weihrich (2007) señalan que la dirección consiste en influir en los seres humanos para que contribuyan a la obtención de las metas de la organización y del grupo: se refiere predominantemente a los aspectos interpersonales de la administración, todos los gerentes están de acuerdo en que sus problemas más importantes surgen de los seres humanos (sus deseos, actitudes, conducta como individuos y en grupos) y que los gerentes eficaces también necesitan ser buenos líderes.
Por lo anterior se asevera que la dirección implica un aspecto interpersonal pues los gerentes educativos se mantienes en permanente comunicación con su personal en función de su trabajo, pues de ello depende el funcionamiento de la institución, por cuanto esto le permite resolver problemas técnicos, atender necesidades individuales y motivarlos para resolver los conflictos que pudieran presentarse en la institución.
- Control: En opinión de Rincón y Núñez (2008) el control es una función administrativa mediante la cual el producto de una actividad se compara con los estándares establecidos. Como proceso le permite al directivo escolar evaluar y corregir el desempeño de las acciones del personal para asegurarse que los planes de la institución se estén llevando en la forma prevista.
En las instituciones educativas, señalan las autoras antes mencionadas, es imprescindible controlar las siguientes áreas: propósito, estructura, relaciones, recompensa-castigo. Dentro del propósito se debe controlar hasta qué punto las personas entienden su cumplimiento y las metas, así como cuánto colaboran en el logro de los objetivos.
Dentro de la estructura, se debe controlar si realmente se hace o no el trabajo programado, el horario de trabajo, la asistencia del personal, los retardos… Dentro de las relaciones, se controlan los conflictos grupales y se verifican las comunicaciones horizontales, verticales, formales e informales. En las recompensas, se verifica si se están reconociendo los esfuerzos individuales, de grupo, cuáles conductas deben recompensarse, cuáles sancionar.

2.4.2 Planeación Estratégica

 La implementación adecuada de la gerencia estratégica requiere, según lo expuesto por Serna (2009) de la ejecución de un proceso de planeación estratégica, la cual se divide en funcional y operativa, comprende además el monitoreo
La planeación estratégica es, en opinión del autor antes citado, un proceso mediante el cual quienes toman las decisiones en una organización obtienen, procesan, analizan  información pertinente, tanto externa como externa, con el fin de evaluar la situación presente de la organización, así como su nivel de competitividad con el propósito de anticipar y decidir sobre el direccionamiento de la institución. Comprende seis componentes fundamentales: los estrategas, el direccionamiento, el diagnóstico, las opciones, la formulación estratégica, la auditoría estratégica.
Los estrategas: para Porter (2008) se definen como estrategas  todas las personas o funcionarios de una organización que tienen capacidad para tomar decisiones relacionadas con el desempeño presente o futuro de la misma. Por ello, deben tener un nivel de inteligencia y formación general por encima del promedio, una gran capacidad analítica, excelentes comunicadores, con dotes para el liderazgo, ser capaz de comprometerse con constancia en el logro de los objetivos de la institución.
 Además, debe tener buenas relaciones interpersonales para poder integrar a los docentes alrededor de las metas propuestas. Ser respetuoso del ser humano, con capacidad de aceptación de los demás, así como respeto por sus logros. Debe igualmente conocer bien su trabajo para lograr ser respetado por este, no sólo por el cargo ejercido.
- Direccionamiento estratégico: Serna (2009) señala que el direccionamiento estratégico se refiere a la formulación de los principios corporativos, la visión y la misión de la organización, es decir, comprende los valores, creencias, normas, las cuales regulan la vida de una organización. Señala el rumbo a la institución educativa, es la razón de ser de la escuela.
- El diagnóstico estratégico: para el autor antes citado, el diagnóstico estratégico se refiere al análisis de la situación actual de la organización, tanto internamente como frente a su entorno. Incluye la auditoría del entorno, de la competencia, de la cultura corporativa, así como de las fortalezas y debilidades internas.
- Opciones estratégicas: David (2006) expresa que, realizados los pasos anteriores deben explorarse las opciones de la institución para anticipar tanto sus oportunidades y sus amenazas, como sus fortalezas-debilidades. Para ello, se requiere definir los vectores de su comportamiento futuro, definir los objetivos globales, así como los proyectos estratégicos, los cuales le permitirán lograr su misión.
- Formulación estratégica: las opciones estratégicas, señala Dessler (2008) deben convertirse en planes de acción concretos, con definición de responsables, siendo indispensable para ello proyectar en el tiempo cada uno de los proyectos estratégicos, definir los objetivos y las estrategias de cada área funcional dentro de estos.
- Auditoría estratégica: Serna (2009) plantea que la auditoría estratégica se corresponde con la formalización del proceso de evaluación y medición periódicas, la cual como sistema asegura la persistencia, permanencia, continuidad del proceso, alargando la duración de la planeación estratégica.
De acuerdo con lo anterior, la planeación estratégica aplicada en las instituciones educativas es un proceso que lleva a cabo el directivo en donde define la visión de estas a largo plazo, las estrategias para alcanzarlas a partir del análisis de sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, con la participación activa de los actores organizacionales, la obtención permanente  de información sobre sus factores claves de éxito, su revisión, monitoria, ajustes periódicos para convertirla en un estilo de gestión caracterizada por ser un ente proactivo, anticipatorio.
- Planeación estratégica funcional: de acuerdo con Dessler (2008) la planificación estratégica funcional es la que se realiza a nivel de las unidades estratégicas de negocio o áreas funcionales. Es decir, se ejecuta a nivel de cada unidad operativa. Su realización sigue los mismos pasos del plan estratégico corporativo. Combina el largo y el mediano plazo en contraste con la corporativa, la cual es generalmente a largo plazo.
- Planeación estratégica operativa: el autor antes mencionado, señala que la planeación estratégica operativa ocurre, a nivel de las unidades de operación propiamente dichas, las cuales deben formular su plan estratégico operativo dentro de los lineamientos de los planes funcionales. El mismo debe ser detallado, cubriendo las actividades programadas en un lapso de tiempo definido.
En otras palabras, la planeación estratégica, tanto funcional como operativa permite a los directivos de las instituciones educativas del Estado Zulia, establecer una guía por la cual se conducirán los centros escolares para el desarrollo de sus actividades en un período de tiempo determinado.

2.4.3. Monitoreo estratégico

 Serna (2009) define el monitoreo estratégico como el “seguimiento sistemático del proceso estratégico con base en unos índices de desempeño y gestión que permiten medir los resultados del proceso, los cuales deben proveer la información para la toma de decisiones estratégicas” (p.281)
De lo anterior se deduce que el monitoreo estratégico es responsabilidad de cada nivel de planeación, el cual al extrapolarlo a la gestión educativa, se corresponde con cada nivel jerárquico dentro de la institución: corporativa, a nivel de dirección, funcional por el subdirector, operativa por los coordinadores académicos.
El monitoreo estratégico, acota David (2006) debe cumplir algunos requisitos para lograr sus objetivos:
- Debe hacerla el más alto nivel gerencial en cada una de las áreas. No es delegable.
- Requiere de una adecuada planeación, con la elaboración previa de documentos de análisis, que permitan una sesión estratégica profunda y en la cual se puedan tomar decisiones estratégicas.
- Debe realizarse periódicamente señalando con la debida anticipación las fechas para la realización de las sesiones estratégicas y cumplir estrictamente.
- Realizarse con base en hechos y datos sobre las diferentes áreas del plan, sus procesos y limitaciones.
De acuerdo con lo antes expuesto, la investigadora opina que el monitoreo estratégico en las instituciones educativas debe convertirse en un procesos sistemático y disciplinado, realizado por los directivos y coordinadores académicos quienes verifican la planificación diaria de los docentes, para detectar fallas, reorientar procesos y corregir debilidades, en otras palabras, es un proceso de acompañamiento pedagógico permanente.
En ese sentido, Zamorano (2003) afirma:

El acompañamiento pedagógico se concibe como un proceso consciente, deliberado, participativo y permanente que es implementado por una institución escolar (colectivo escolar) o un grupo de trabajo con el objeto de dotar de herramientas teóricas y metodológicas a los sujetos que les permita mejorar resultados y desempeños, estimular el deseo de innovar viejas prácticas pedagógicas, problematizando el quehacer cotidiano, reforzar el sentido de solidaridad de los sujetos para la consecución de objetivos comunes.

Dado que cada situación y cada entorno presentan necesidades específicas, es conveniente diseñar un estilo de monitoreo o acompañamiento pedagógico, sin obviar el cumplimiento de varios factores, los cuales favorecen a su efectividad al ser implementados.  Al respecto, García y Yáñez (2009) proponen un conjunto de factores que deben presentarse en ese proceso:
- Tiempo y fácil acceso; implica participar día a día en actividades de apoyo a los profesores en las reuniones de grupo con éstos, en la planificación, experimentación tanto de planes como de actividades docentes.
- Credibilidad; que determina la posición del asesor y su habilidad para producir impacto en sus colegas. La autoridad de esta posición no es automáticamente indicadora del éxito. Los docentes necesitan sentirse valorados y comprendidos en su actividad, a la vez ellos valora, comprenden al directivo que les ayuda a sentirse bien con la actividad diaria de clase.
- Descripción clara del rol que ejerce en los docentes, definiendo el foco de su apoyo, por ello saben lo que esperan de él. Una clara descripción de su trabajo les proporciona un esquema de lo que pueden esperar de él y no alimentar esperanzas falsas.
- Apoyo administrativo y entrenamiento; incluyendo información sobre el currículum, los procesos de cambio, los proyectos educativos del centro.

2.5 Gestión Directiva desarrollada por los directivos de las instituciones educativas del Estado Zulia

Tiene por finalidad la eficiencia en la utilización de los recursos disponibles en la institución para proporcionar una educación de calidad, a través del uso de métodos, que permitan lograr la cooperación y participación del personal en el proceso educativo. Al respecto, Chiavenato (2008) la define como “las actividades que efectúan las organizaciones al planificar, organizar, dirigir, controlar a objeto de utilizar los recursos humanos, físicos y financieros, para alcanzar objetivos comúnmente relacionados con beneficios económicos, materiales, de servicio, entre otros” (p.262)
De acuerdo con lo anterior, la gestión directiva requiere de un gerente efectivo, es decir, un directivo con capacidad para actuar eficiente y eficazmente, lo cual se logra con base en suficientes competencias, habilidades para dirigir con responsabilidad, establecer nuevas relaciones interpersonales apoyándose tanto en la autoridad como en el compromiso en las instituciones educativas.
En ese sentido, la gestión directiva debe tener objetivos específicos y un propósito con función determinada, por ello un gerente debe ser capaz de realizar un aporte identificable a la organización, por lo tanto, la estructura administrativa necesita continuidad así como auto-renovación. Por ello, el directivo ejerce tanto la dirección como la orientación de los diferentes actores educativos, además de la administración de los recursos con el fin de asegurar la calidad del servicio que ofrece la institución.
En esa línea de pensamiento, Koontz y Weihrich (2007) definen la gestión directiva como el proceso de diseñar y mantener un entorno en el que, trabajando en grupo los objetivos específicos, hace énfasis en el proceso integral, la sinergia, cohesión de los grupos, para evitar la desviación de las acciones lo cual impida el logro de las metas institucionales.
En el caso de las instituciones educativas, la gestión directiva debe estar caracterizada por el manejo de materiales, información, así como el elemento humano cuyas habilidades son variadas entre ellas la integración del personal, quien trabaja en forma sinérgica para obtener un objetivo común, la satisfacción de las necesidades individuales de éstos, así como el logro de las metas planeadas de acuerdo a la visión y misión de la institución.
Asimismo, Davis y Newstrom (2006) definen la gestión directiva como “el proceso que ayuda a otros para trabajar con entusiasmo hasta determinados objetivos” (p.61). Esta definición establece la parte dinámica donde las acciones requieren del esfuerzo cooperativo de todos para que se logren los objetivos, siendo por ello fundamental servir de guía, de allí, la necesidad de gerentes educativos como impulsores junto a su personal de la educación, donde cada uno de los miembros tiene un alto grado de compromiso con la misión, visión de la escuela, dando paso a nuevas estructuras organizativas.
Las organizaciones educativas, de acuerdo con Sotelo (2007) “exigen una gestión directiva, en donde predomine la conducción de un liderazgo que advierta posibilidades a futuro, estimule y promueva el cambio frente a la complejidad e incertidumbre” (p.90), permitiendo al directivo emprender acciones de forma cooperativa, orientadas hacia la innovación del nivel administrativo, apoyando su gestión en los recursos tanto materiales como humanos para que la labor de trabajo sea compartida, de esta forma, las funciones gerenciales sean efectivas.
Por consiguiente, García  (2009) plantea que “la gestión directiva es la encargada de direccionar el quehacer académico, el cual debe ir adaptado a las demandas políticas, sociales, económicas y tecnológicas del nivel en el que se está desarrollando” (p.120). En efecto, la gestión directiva está dirigida a viabilizar la dirección a través de la fijación de planes, establecimiento de metas, objetivos, cumplimiento de las funciones y normas, las cuales hagan de su acción un referente ético-social.
De acuerdo con lo anterior, la gestión directiva requiere de un gerente efectivo, capaz de actuar eficaz y eficientemente, mediante el cumplimiento de un conjunto de características las cuales le permiten dirigir con responsabilidad, establecer unas relaciones interpersonales armoniosas, es decir, propiciar la excelencia educativa.
Las funciones del gerente educativo constituyen estructuras establecidas en una determinada institución que interactúan determinando resultados concretos. Por ello, la gestión directiva consiste en guiar a las divisiones de una institución hacia los objetivos fijados por cada una de ellas, mediante planes y programas concretos para asegurar el correcto desarrollo de las operaciones y de las actividades, posibilitando que sus miembros contribuyan al logro de éstos, controlando la correspondencia de las acciones con los planes diseñados para alcanzarlos.
En ese sentido, los procesos gerenciales también interactúan con otros aspectos, por cuanto éstos no son fenómenos aislados. Para Ivancevich (2006), esos procesos constituyen una relación de diversas características, porque  el clima organizacional va más allá de las relaciones entre las personas, así como en los grupos.
Ahora bien, el gerente como líder de la institución, es el principal potenciador del recurso humano a su cargo para desarrollar la iniciativa y responsabilidad del trabajo en equipo, realizando de manera eficiente las acciones hacia el alcance de las metas. Dentro de ese contexto, Gibson y otros (2009) definen la gestión directiva como “el proceso llevado a cabo por uno o más individuos para coordinar las actividades de otros, así lograr resultados que no serán posibles si un individuo actúa solo” (p.5).
De allí que la gestión del director deba caracterizarse por ser participativa, integradora, transformadora, para conformar organizaciones flexible, abiertas al cambio, dando respuestas a las exigencias de la sociedad. De tal manera, en el ámbito gerencial se encuentran características, las cuales son el resultado de la gestión en las organizaciones educativas, definidas por Serna (2009) como aquellas “que permiten monitorear el comportamiento total de la organización en el cual los miembros interactúan en la toma de decisiones para la solución de problemas tomando en consideración la visión, misión, objetivos y los valores que comparten” (p.256).
Desde esa perspectiva, la gestión directiva requiere de  características específicas, debido a que los directivos deben mantener constantes relaciones con situaciones las cuales les obligan a tomar decisiones de manera continua. Al respecto, López (2008) considera las características siguientes: productora, administradora, emprendedora, integradora, las cuales debe desarrollar el gerente educativa para llevar a cabo una adecuada gestión.

2.5.1 Gestión Directiva Productora

 A la dirección de una institución educativa le compete la producción de resultados finales, por lo tanto, las personas que dirigen deben conocer sus funciones, cómo hacerlas y lograr el cumplimiento de las acciones del resto del personal. En este sentido, el cometido de la dirección es conducir a los subalternos para hacer productivos, tanto sus conocimientos como sus atributos específicos.
Desde esta perspectiva, se intuye que la dirección debe concentrarse en los resultados y en el desempeño de la institución, por lo cual es necesario definir cada uno de ellos, para luego establecer los resultados pretendidos, organizar los recursos existentes en la misma, de manera de alcanzar dichos resultados. En este marco de ideas, Drucker (2008) concibe este tipo de productividad como productividad del conocimiento, cuya determinación depende de seis factores principales:
 La productividad de este empleado, requiere formular la pregunta ¿cuál es la tarea?
- La productividad requiere que al mismo empleado como individuo le imponga la responsabilidad de su propia productividad. Este tipo de trabajadores (directivos) deben autodirigirse, es decir, tener autonomía.
- La innovación continua ha de ser parte del trabajo, la tarea y la responsabilidad de quienes trabajan con el conocimiento.
- El trabajo de conocimiento exige aprendizaje continuo de parte del trabajador pero también una enseñanza continua de su parte.
- La productividad de este trabajador no es cuestión de cantidad de producción pues la calidad es igualmente importante.
- La productividad de quien trabaja con el conocimiento requiere que estos deseen laborar para la institución por encima de toda otra oportunidad.
De acuerdo con lo anterior, en esta función del gerente educativo, la calidad no es un mínimo ni una restricción, sino la esencia misma de la productividad. Ahora bien, imprimir productividad a las personas que trabajan con el conocimiento, tal es el caso de los directivos, exigen cambios en la actitud básica, no solamente de parte del trabajador como individuo, sino de parte de toda la institución. Sin embargo, la manera como se desempeña un directivo es algo individual, así como las aptitudes de este con respecto al empleo.
De allí que al directivo se le considera como el elemento dinámico, vivificante de toda institución, pues sin su guía los “recursos de producción” siguen siendo recursos, por lo cual es determinante la calidad y el desempeño de estos en el éxito del plantel.
Dado que cada institución educativa se compone de gente con diferentes capacidades y conocimientos, la productividad de esta debe construirse sobre la comunicación, así como sobre la responsabilidad compartida, por lo cual el directivo debe realizar tres (3) tareas importantes:
- Alcanzar el propósito específico y cumplir con la misión de la institución.
- Hacer que el trabajo sea productivo y lograr la realización de los docentes.
- Administrar los impactos y las responsabilidades sociales.
De lo anterior se infiere que una de las tareas importantes del directivo es el mantenimiento de la productividad de la institución, pues esta constituye un equilibrio entre una gran variedad de factores, dentro de los cuales destaca el trabajo del personal docente, netamente social, y por tanto, la función del directivo debe llevarse a cabo dentro de un marco social pues los impactos de su productividad van más allá de la contribución específica realizada por el plantel.
De esta manera, el gerente educativo debe trabajar en equipos bien constituidos donde sus miembros puedan comprender así como asumir su responsabilidad y papel entre los mismos, creando condiciones para que ellos, a través del intercambio, compromiso, unificación de criterios con un propósito común.

2.5.2 Gestión Directiva Administradora

De acuerdo con Márquez (2008), la dirección es la responsable de la organización escolar, la eficiencia del proceso educativo, así como las metas se alcancen e implementen. Por tanto, a quienes dirigen les debe interesar cómo se está llevando a cabo el trabajo, en otras palabras, deben ser buenos administradores, atentos al orden y a la rutina.
Por ello, la misión del directivo es hacer a la gente capaz de eficacia conjunta, para hacer sus puntos fuertes eficaces y sus debilidades irrelevantes, de tal forma que estos puedan dar lo mejor de sí en el logro de los objetivos de la institución.
De allí, que el directivo como administrador requiere poseer una serie de habilidades, las cuales según Gómez y Pin (2010) se definen como “la capacidad para funcionar de manera eficiente y efectiva como miembro de un grupo” (p.204). Esta capacidad se convierte en destreza, permitiendo llevar a cabo una labor determinada, siendo indispensable tenerla desde el punto de vista del gerente educativo cuando es necesario coordinar e integrar ideas, conceptos, así como prácticas. Dentro de las habilidades, los autores antes mencionados señalan:
- Habilidad para realizar acciones administrativas: comprende las capacidades de realizar un análisis de la organización; sintetizar, definir problemas complejos, formular visiones, ordenar trabajos y articular ideas; seguimiento de las acciones de los demás.
- Habilidad de manejo de personal: se define como la capacidad para aumentar la autoridad a través del ejercicio del poder mediante la adopción de un estilo de dirección adecuado, la detección de la motivación potencial de las personas para su elección.
- Habilidad de comunicación interpersonal: es la capacidad para elegir el mensaje y el canal más apropiado para ello, incluyendo Al empleado más motivador para el personal, lo cual presupone un conocimiento de las técnicas correspondientes a los diferentes mecanismos de comunicación.
De lo anterior se deduce que los directivos no sólo debe poseer los conocimientos requeridos para el eficaz desempeño de sus funciones, además, requieren habilidades para dirigir el personal, trabajar en equipo, motivarlos y aconsejarlos cuando necesiten ayuda o guía.
En este sentido, Robbins y De Cenzo (2008) señala “los gerentes deben poseer cuatro habilidades esenciales: conceptuales, humanas, técnicas, políticas” (p.13). Las habilidades conceptuales, señalan los autores, consisten en la aptitud mental que debe tener el gerente para coordinar los intereses, las actividades de la institución, permitiéndole realizar sus acciones administrativas de manera eficaz, eficiente.
Las habilidades humanas, son definidas por Stoner y Freeman (2008) como aquellas que requiere el gerente para trabajar, comprender y motivar a la gente. A través de ellas, el directivo dirige eficientemente el personal de la institución, permitiéndoles alcanzar un óptimo desempeño gerencial, además, de facilitarles a los empleados la ejecución del trabajo en beneficio de la organización.
Las habilidades técnicas, señalan Robbins y De Cenzo (2008), son indispensables para el gerente, por cuanto le proporcionan capacidad para utilizar procedimientos y técnicas de un campo especializado. De lo anterior se deduce que el desarrollo de estas habilidades es esencial para el directivo, pues le posibilitan un mejor desempeño gerencial, así como una mayor influencia en el personal a su cargo.
Las habilidades políticas, señala Dessler (2008) se refieren a la habilidad personal del directivo para construir una base de poder, permitiéndole realizar las acciones inherentes a su cargo, al ofrecerle herramientas que le posibiliten un mejor ejercicio del poder, utilizando para ello un estilo gerencial adecuado a la situación presentada. En este marco de pensamiento, Ivancevich y Otros (2006) plantean “los gerentes deben tener capacidad para desarrollar sus habilidades y, de este modo, minimizar los riesgos dentro de la organización, manejar tanto efectiva como eficientemente los recursos operacionalizando los procesos en forma eficaz” (p.218).
Por lo anteriormente expuesto se infiere que los gerentes educativos realizan parte de su trabajo por medio de otras personas, por lo cual es indispensable el desarrollo de la habilidad para laborar con otros, comunicarse con ellos y comprenderlos. Por esta razón, las capacidades para relacionarse con el personal son esenciales en todos los niveles de la organización escolar, por cuanto son esenciales para desempeñarse eficazmente dentro de la función directiva.
Asimismo, Ivancevich y Otros (2006) señalan que una comunicación eficaz requiere del manejo adecuado de la transmisión, tanto oral como escrita, de la información para lograr su entendimiento por el personal, así como el éxito en cualquier área. Por tanto, el dominio de la habilidad para comunicarse por parte del gerente educativo, es fundamental para lograr la confianza y la cooperación del personal, los cuales son factores indispensables para el éxito de la institución.

2.5.3 Gestión Directiva Emprendedora

 En un ambiente cambiante, señalan Gómez y Pin (2010) la organización necesita que, desde la dirección surjan nuevas acciones, capaces de hacer frente a los nuevos retos, se trata de personas entusiastas que aprovechan el conflicto para introducir ideas novedosas convirtiéndolas en servicios de operación útil.
En este sentido, los directivos son los más indicados para promover los cambios en las instituciones educativas, pues ellos son los interesados en mejorar la efectividad de su organización, por tanto, es indispensable que estos posean la habilidad de combinar ideas de forma única o hacer asociaciones desacostumbradas entre ellas para desarrollar enfoques nuevos o soluciones únicas a los problemas. Para lograrlo, el directivo emprendedor promueve activamente la capacitación y desarrollo de los docentes para  mantener actualizados sus conocimientos, construye apoyos, se sobrepone a la resistencia, asegurándose la puesta en práctica de la innovación.
El directivo emprendedor, según Rincón y Núñez (2008), debe tener, entre otras, las siguientes características: autoconfianza extrema, persistencia, energía y la tendencia a correr riesgos. También ameritan poseer características asociadas al liderazgo dinámico. Una dirección emprendedora alienta la experimentación, recompensa, tanto éxitos como fracasos, caracterizándose por:
- Aceptar la ambigüedad por considerar que el demasiado énfasis en la objetividad y la especificación restringen la creatividad.
- Tolerar el riesgo alentando a los docentes a que experimenten sin temor a consecuencias si fracasan. Por tanto, los errores son considerados oportunidades de aprendizaje.
- Tolerar el conflicto, pues se alienta la diversidad de opiniones, la armonía y acuerdo entre los docentes no son tomados como evidencia de alto desempeño.
- Enfoque en los fines más que en los medios, las metas son claras y se alienta a los docentes a considerar rutas alternativas hacia su consecución. Hace énfasis en el fin sugiriendo la posibilidad de existencia de varias respuestas correctas a un problema.
Al respecto, Gómez y Pin (2010) señalan que el gerente emprendedor es concebido como agente de cambio, pues estimula en sus seguidores, esfuerzos para innovar y ser creativos favoreciendo la aparición de nuevos enfoques para la solución de problemas en la institución.
En ese orden de ideas, Stoner y Freeman (2008) expresan que el gerente emprendedor  promueve el cambio dentro de su organización por cuanto posee la habilidad de influir de manera decisiva en sus empleados para emprender cambios dentro de la escuela, motivándolos a aportar ideas, ayudándolos a sentirse seguros de alcanzar los objetivos previstos.
Por lo anterior se deduce que el gerente educativo como emprendedor es un individuo capaz de: generar cambios de actitudes individuales y sociales, participar eficientemente en la promoción, desarrollo, cambio en las instituciones comunitarias, participar activamente en el proceso de cambios sociales, científicos, tecnológicos relacionados con la acción educativa.
Por tanto el gerente educativo debe promover la participación de los docentes en los procesos productivos, así como también propiciar su desarrollo personal, profesional y social, considerando que el mismo se traduce en eficacia y eficiencia de la educación, al propiciar el cambio. En relación a esto, Robbins (2008) expresa “el cambio es una alteración en la gente, estructura o tecnología” (p.401), mientras, que para Stoner y Freeman (2008) es el esfuerzo sistemático para diseñar una organización adaptada a los cambios en el medio ambiente externo o lograr nuevas metas.
Cabe resaltar que la capacidad de percibir, entender los cambios, así como sus reflejos sobre el hombre y la institución, de adaptarse a las exigencias de los hechos nuevos, de ser posible, anticiparse a la llegada de estos, a los recientes actos, es decir, es un cambio planeado, logrando estos resultados mediante los siguientes factores:
- Influencia idealizada o carisma, actuando de modo que el personal le admire o quiera imitar.
- Motivación inspiradora, mediante la creación de una visión estimulante y atractiva para el personal.
- Comunicar la visión de manera convincente con palabras pero también con su propio ejemplo.
- Estímulo intelectual mediante la promoción de nuevos enfoques y novedosas soluciones a los problemas.
En otras palabras, el directivo emprendedor toma en cuenta las necesidades de cada persona para guiarla según su potencial creando un clima de apoyo que posibilite la resolución de los conflictos mediante una gestión directiva basada en el consenso para promover la participación de los docentes en los procesos productivos, así como también propiciar su desarrollo personal, profesional y social, considerando que el mismo se traduce en eficacia y eficiencia de la educación.

2.5.4 Gestión Directiva Integradora

Para Márquez (2008), una buena dirección debe tender a formar equipos que aseguren la continuidad de la organización, las personas encargadas de la dirección deben integrar las ideas de todos, facilitar los consensos, por lo tanto, interesarse en las relaciones humanas; aunque a veces los procesos de integración tienden a retrasar la toma de decisiones.
En ese sentido, Bass (2008) señala que el directivo integrador impulsa a los docentes a trascender su interés propio por el del equipo, la institución integrando al personal a su cargo en torno a una meta común. Por ello, debe mantener un clima organizacional óptimo, conformando y manipulando el ambiente de trabajo para crear un todo armónico. Al respecto, el autor propone un conjunto de características identificativas para un directivo integrador:
- Demuestra genuino interés en la persona como individuo, no sólo como empleado. En momentos en que el docente necesita apoyo, el director integrador le ofrece su atención íntegra demostrándole su preocupación por ello.
- Escucha al docente para comprender mejor su mundo. Esto implica no interrumpirlo cuando habla concentrándose en lo que él dice y pidiendo le aclare posibles dudas.
- Establece un clima que contribuye al intercambio de ideas libre y abierto.
- Ofrece ayuda y apoyo cuando se le solicita.
- Estimula a los docentes a que sean positivos e invencibles.
- Enfoca los errores como oportunidades de aprendizaje. Para ello le señala al docente qué hizo de manera incorrecta y cómo debió desarrollarse, de manera de evitar su reaparición. En ese sentido, el error conduce al crecimiento personal.
- Reduce los obstáculos que puedan impedir el mejoramiento del desempeño del docente.
- Expresa al docente el valor de su contribución para las metas de la institución.
- Reconoce y recompensa las pequeñas mejoras.
- Utiliza un estilo cooperativo, comprometiendo a los docentes en la solución de problemas, permitiéndoles tener un rol en los métodos de desarrollo para corregir el problema.
En este sentido, la dirección es la instancia de la organización que garantiza el alcance de los objetivos previstos por parte de la comunidad educativa. Por ello, para poder ejecutar las múltiples tareas directivas, es recomendable conducir la dirección de forma colegiada, lo cual permite la toma de decisiones y la autoridad compartida así como tener una mirada plural sobre los problemas planteados en la gestión del centro educativo.
Visto de esta forma, se sugiere la creación de un equipo directivo cuyos miembros sean los coordinadores de las distintas unidades operativas conformantes de la organización del plantel, de acuerdo con la división de funciones establecida en el mismo. Un indicador de la eficacia de este equipo, señala Bass (op.cit) son las reuniones periódicas, pues ante la diversidad de tareas de dirección y la complejidad de la gestión de la institución escolar, es preciso que este establezcan, en conjunto, planes de trabajo e, inclusive, tenga la suficiente flexibilidad para asignar a cualquier miembro, en ausencia del responsable de la tarea, el cumplimiento de la misma.
Desde esta perspectiva, se considera un papel primordial del equipo directivo, crear un sentido común, una imagen única la cual recoja las múltiples actividades que pueden desarrollarse en un plantel y le dan coherencia a la acción educativa. Este sentido común, es la base del sentimiento de identidad, de unión de los diversos miembros de la comunidad educativa.
Otro aspecto de la gestión directiva es la conducción de los recursos humanos, pues, en opinión de Márquez (op.cit), a la dirección del plantel le compete garantizar la calidad de las personas quienes harán posible la acción educativa, por cuanto en este campo gerencial, siempre se plantea un dilema en organizaciones donde se trabaja con el sentido de identidad a un ideal común (capital social), ya que existe siempre una relación de tipo laboral regida por las leyes y reglamentos fijados por el Estado, las cuales a veces son contradictorias con los intereses laborales de los empleados.
Un tercer aspecto es, el manejo de los recursos materiales (financieros o no financieros), los cuales deben ser del dominio, en primer lugar, del equipo directivo, luego de la comunidad en general, por lo cual es indispensable que el equipo directivo posea los conocimientos técnicos, indispensables para interpretar los resultados de la gestión contable en donde se indica el manejo de los recursos financieros, para, a partir de allí, pensar en una readecuación de los objetivos iniciales de la de la planificación de la institución.
Visto de esta forma, el eje de la gestión directiva de la institución escolar consiste en organizar los recursos materiales, económicos y las acciones que deben llevarse a cabo, para alcanzar las metas educativas propuestas. Sin embargo, no es suficiente organizar también es importante la coordinación, es decir, el establecimiento de canales permanentes de comunicación, tanto entre las personas como los grupos quienes realizan actividades semejantes o diferentes.
En este sentido, la organización por comisiones mixtas de trabajo puntuales es una manera de mantener flexible y abierta la gestión del centro educativo, porque disminuye la burocratización en los puestos de trabajo, sobre todo, en situaciones de gran dificultad económica en donde es difícil contar con recursos económicos para ejecutar cualquier proyecto.
Visto de esa forma, la gerencia integradora procede de un enfoque global que toma en cuenta tres ejes básicos: cultura, estrategias y organización en cualquier institución para hacerla más eficiente, siendo además un forjador del futuro de la misma, manejando, contemplando las relaciones de ésta con su entorno.

2.6 Competencias Docentes

 El concepto de competencia es diverso, según el ángulo del cual se mire o el énfasis que se le otorgue a uno u otro elemento, pero el más generalizado y aceptado es el de saber hacer en un contexto, el cual requiere de conocimiento, afectividad, compromiso, cooperación, cumplimiento, todo lo cual se expresa en el desempeño, también de tipo teórico, práctico o una combinación de ambos.
En ese sentido, la competencia se expresa en su forma más expedita en el desempeño. Al respecto, Maurino (2010) propone una taxonomía que comprende tres niveles de desempeño humano basado en:
 - Habilidades en tareas ampliamente practicadas y programadas.
 - Reglas preestablecidas en una situación modificada y prevista.
 - Conocimiento (comprensión y uso de técnicas para la resolución de problemas, así como encontrar soluciones a situaciones nuevas.
En ese sentido, Capper (2010) plantea que los conceptos predominantes en la actualidad con relación a las competencias son erróneos porque se fundamentan en:
 La adquisición individual de habilidades técnicas, sin considerar las organizacionales y el trabajo en equipo, indispensables para la producción auto-administrada, la constitución de equipos multifuncionales, la cultura institucional, la estructura, los sistemas operativos y los procesos de producción que caracterizan a las organizaciones de vanguardia.
 La educación y capacitación formales sin tener en cuenta el aprendizaje cotidiano producto del trabajo, clave para la optimización del aprendizaje y el perfeccionamiento continuo.
 Los niveles de habilidad de los empleados nuevos o sin trabajo, sin considerar los conocimientos, valores y habilidades que requieren los gerentes, los supervisores y demás personal responsable de facilitar el aprendizaje continuo.
De allí que el autor antes mencionado señale que los nuevos enfoques sobre competencia, desempeño, habilidad, pericia, conocimiento, entre otros, implican transformar las organizaciones: especialización flexible, orientación hacia el cliente, darle poder a la gente, administración horizontal, autoadministración, equipos auto-dirigidos y aprendizaje continuo, pasar de relaciones experto-novato a unas basadas en discusiones críticas en las cuales es probable que el novato sea capaz de hacer aportes valiosos al experto.
La noción de competencia, señala Salas (2006), sugiere el papel activo empresarial en la producción de capacidades productivas de las personas, lo cual exige una revisión de la equivalencia que la teoría del capital humano establece, en su versión más estricta, entre diploma académico y cualificación profesional. De este modo, las organizaciones se hallan implicadas en la producción, así como el reconocimiento de competencias, también en la legitimación de los dispositivos instrumentales para tales funciones.
La competencia ha sido definida como el uso habitual, juicioso de comunicación, conocimiento, habilidades técnicas, razonamiento clínico, emociones, valores, reflexión en la práctica cotidiana para el beneficio del individuo y la comunidad a la cual se está ofreciendo un servicio. Sin embargo, diversos autores presentan variaciones de  esa definición, tales como Denyer (2007) quien la conceptualiza como:

Un conjunto de elementos o disposiciones de naturaleza cognitiva, afectiva, reflexiva y contextual que el sujeto puede movilizar para resolver una situación con éxito. La movilización se expresa por medio del concepto de disposición, para resolver situaciones problema. Una acción responsable, es decir, concebida, administrada y aplicada con todo conocimiento de causa. (p.37)


En la definición anterior, se destaca que la competencia se trata de la actuación de un profesional quien no está siguiendo solamente las instrucciones de otro y su desempeño está fundado en un conocimiento especializado, además de explicitar un reconocimiento de la vinculación entre los aspectos teóricos, así como los derivados de la práctica.
De igual forma, Zabala y Arnau (2008) después de hacer una revisión de distintas definiciones de competencia, tanto en el ámbito laboral como educativo, proponen conceptualizar como: La capacidad o habilidad de efectuar tareas o hacer frente a situaciones diversas de forma eficaz en un contexto determinado. Y para ello es necesario movilizar actitudes, habilidades y conocimientos a mismo tiempo y de forma interrelacionada. (p. 43-44)
Por su parte Cano (2008), al abordar el tema de las competencias docentes, adopta la definición de Perrenoud (2007), como “la aptitud para enfrentar eficazmente una familia de situaciones análogas, movilizando a conciencia y de manera a la vez rápida, pertinente, creativa, múltiples recursos cognitivos: saberes, capacidades, micro-competencias, informaciones, valores, actitudes, esquemas de percepción, evaluación y razonamiento”. (p.36)
Las definiciones anteriores resaltan el aspecto de la complejidad de las tareas que se pretenden realizar de manera eficaz en contextos específicos y el empleo de múltiples recursos cognitivos, psicomotores,  afectivos en forma interrelacionada, las cuales se ponen en juego, al referirse a una persona competente como quien sabe, hace, sabe estar.
Una de las ventajas de adoptar el constructo competencia es la oportunidad manifiesta de volver a examinar críticamente cada uno de los componentes del hecho educativo, pero en particular detenerse en el análisis, así como la redefinición de las actividades del profesor y los estudiantes.
La noción de competencia tiene muchas acepciones, pero todas ellas tienen cuatro características en común, las cuales según Tejeda (2011) son:
 Toman en cuenta el contexto, el cual está constituido por un conjunto de situaciones reales en donde deben ejercerse las competencias.
 Es el resultado de un proceso de integración de conocimientos, habilidades, actitudes necesarias para el dominio de las tareas y funciones requeridas en un determinado campo laboral.
 Está asociada con criterios de ejecución o desempeño que siempre se establecerán previamente a la instrucción e identifican los indicadores de evaluación que determinan el éxito en el dominio de la competencia, en armonía con los requerimientos del trabajo.
 Implica responsabilidad, el tiempo que tarde el gerente en alcanzar en dominio de una competencia depende de la gestión que haga del mismo.
En esa línea de pensamiento, Tobón (2006) define las competencias como procesos complejos que ocurren en los individuos para desempeñarse autocríticamente y lograr una transformación al realizar actividades, así como resolver problemas, a fin de avanzar en la autorrealización personal, aplicando procedimientos, estrategias, comprendiendo el contexto, teniendo tanto iniciativa como motivación.
De acuerdo con la definición anterior, la competencia es un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, disposiciones relacionada para facilitar el desempeño de una actividad en contextos relativamente nuevos y retadores. En el caso de la gerencia, este concepto es aplicable a aquellas características personales que deben poseer de manera general los líderes.
Asimismo, Cardona (2003) define las competencias como los comportamientos observables, habituales de las personas de desempeño excepcional, las cuales les permiten desarrollar su papel gerencial y ejercer adecuado liderazgo con las personas. Por su parte, Vásquez (2005) señala que estas deben reflejar la conducta necesaria para el futuro éxito de la empresa u organización.
Visto de esa forma, las competencias se refieren al desarrollo de personas o capacidad para emprender acciones eficaces para mejorar el talento y las capacidades que demanda el puesto. Al respecto, Marcano y Finol (2007) señalan que las competencias  están asociadas a los componentes personales, los cuales se traducen en actitudes a desarrollar por el empleado a partir de las funciones que caracterizan su gestión. Para ello, Benavides (2008) proponen tres tipos de competencias: genéricas,  laborales, profesionales.

 2.6.1 Competencias Docentes Genéricas

 Son  consideradas por Benavides (ob. cit.) como “una serie de características requeridas por los individuos que pueden generalizarse en una empresa, entidad, consorcio, sector o estado. Su finalidad se orienta al fortalecimiento de la identidad, considerando que nacen de las políticas y objetivos de la organización”. (p.39)
Desde ese punto de vista puede decirse que las competencias genéricas son un conjunto de características personales, subyacentes en el individuo, relativas al rol social, imagen de sí mismo, actitudes y valores, rasgos de carácter, así como motivos, los cuales constituyen el componente menos visible del individuo. De acuerdo con Tobón (2006) las competencias genéricas se caracterizan por:
 - Aumentar las posibilidades de empleabilidad, al permitir a las personas cambiar fácilmente de un trabajo a otro.
 - Favorecer la gestión, consecución y conservación del empleo.
-  Permitir la adaptación a diferentes entornos laborales.
-  No estar ligadas a una ocupación en particular.
 - Adquirirse mediante procesos sistemáticos de enseñanza y aprendizaje.
 - Su adquisición y desempeño pueden evaluarse de manera rigurosa.
Al respecto, Woodruff (2008) presenta una lista de competencias genéricas que pueden elegirse y emplearse en relación con el empleo, tales como:
- Amplitud de conocimiento para estar bien informado a través del desarrollo y mantenimiento de canales de comunicación dentro de la organización escolar y fuera de ella, mediante el uso de herramientas tecnológicas, así como adquirir información sobre los acontecimientos relacionados con su trabajo o el acontecer social.
- Astucia para tener un entendimiento claro sobre la información recogida permanentemente, relacionando esta con su campo laboral para desarrollar un adecuado manejo de conflictos o solucionar otro tipo de situaciones.
- Razonamiento para encontrar alternativas y generar opciones considerando los aspectos negativos o positivos de su implementación.
- Organización para trabajar productivamente, mediante la identificación de los elementos de las tareas, los recursos necesarios, establecimiento de los objetivos, el tiempo de ejecución.
- Liderazgo para transmitir y expresar su habilidad a los demás, estar preparado para tomar, así como apoyar decisiones, poseer habilidades para calcular riesgos, también aconsejar al personal con menos experiencia.
- Sensibilidad para identificar otros puntos de vista, adaptándose al personal, considerando sus necesidades, además de demostrar empatía en comunicaciones orales o escritas, estando consciente de las expectativas del otro.
- Cooperación para trabajar en equipo, involucrando a miembros de su personal tanto en la ejecución del trabajo como en las ideas, es decir, utilizar sus habilidades para la conformación de los equipos.
En relación a lo antes señalado, los gerentes educativos, deben poseer competencias compartidas con el resto de los gerentes empresariales, las cuales le permiten desempeñarse adecuadamente dentro de su función gerencial de manera general, pues se refieren a todas aquellas acciones que deben ejecutar como directivos de una organización.

2.6.2 Competencias Docentes Laborales

 Los  gerentes educativos para desempeñar sus puestos de trabajo necesitan poseer competencias laborales, las cuales comprenden el conjunto de atributos personales que se aportan al trabajo o comportamientos para lograr un desempeño y eficiente. En ese sentido, se exhiben como la idoneidad para cumplir las tareas de una determinada ocupación.
En otras palabras, es una capacidad cierta para llevar exitosamente un trabajo de manera completa, no es una probabilidad de éxito sino una aptitud real demostrada. Implican la capacidad productiva del empleado que se define en términos de desempeño en un determinado contexto laboral, y no solamente de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, las cuales son necesarias pero no suficientes por sí mismas para un desempeño efectivo.
Desde esa perspectiva, las competencias laborales son aquellas características que diferencian un desempeño superior de uno promedio o pobre. Al respecto, Cerda (2009) considera que una persona competente profesionalmente debe aplicar e integrar el saber, entendido como el conjunto de conocimientos aprendidos o adquiridos a lo largo de su formación; el saber hacer, o conjunto de habilidades y destrezas las cuales le permitirán aplicar los conocimientos procedimentales o técnicos de acuerdo al contexto donde esté ejerciendo su rol.
Asimismo, debe incorporar el hacer, que requiere de conocimientos teórico-prácticos, afectividad, compromiso, cooperación y cumplimiento, todo lo cual se expresa en el desempeño, también de tipo teórico, práctico o ambos; el saber estar, como la capacidad de integrarse en un grupo, aceptando, cumpliendo sus normas. Puede decirse entonces que la competencia laboral es una manera de describir:
 Lo que una persona es capaz de hacer.
 La persona en la que puede juzgarse si lo que hizo está bien hecho.
 Bajo qué condiciones la persona tiene que demostrar su aptitud.
 Los tipos de evidencia necesarios para tener la seguridad de lo que hizo de manera consistente, con base en un conocimiento efectivo y no como producto de la casualidad.
Por lo tanto, las competencias laborales incorporan tanto acción como conocimiento, expresan la aptitud del gerente para desempeñar una misma función productiva en su ámbito laboral, es decir, consisten en la capacidad demostrable de transferir habilidades, resolver problemas y obtener resultados.

2.6.3 Competencias Docentes Profesionales

 Junto a las competencias genéricas y laborales, los docentes también deben poseer un conjunto de conocimientos, habilidades y destrezas que lo llevan a gestionar eficientemente sus funciones. En ese sentido, Levy (2005) señala que en la competencia profesional se articulan, entre otros elementos, conocimientos, habilidades, capacidades, actitudes y los valores que son apropiados por el sujeto a través de la experiencia personal en el transcurso del proceso formativo y ulterior desarrollo profesional, los que son movilizados de forma integrada, contextualizada, a través de la aplicación evidenciada en un desempeño eficaz, autónomo, flexible, versátil, sustentable e innovador.
Por consiguiente, el desempeño profesional del desarrollo alcanzado en las competencias, cualifica y distingue el cumplimiento de las exigencias socio-laborales en los contextos donde cumple las actividades, tareas o roles inherentes a la realización de las funciones y procesos asociados a la profesión.
En ese sentido, las competencias no solo se manifiestan, además se construyen a partir del desempeño. En efecto, no se concibe el proceso de formación de competencias como una fase de adquisición conceptual, seguida de una aplicación práctica, sino también en la propia práctica se construyen las competencias y se desarrollan los diversos saberes.
Cabe señalar que las competencias son acreditables, es decir, permiten un reconocimiento social y profesional, siendo validables según criterios provenientes del contexto universitario y laboral profesional acorde con las exigencias de idoneidad reconocidas.
Esta expresión de idoneidad adquiere relevancia como calificador del desempeño del sujeto competente al expresar el nivel esperado de este, en correspondencia con los requerimientos y normas establecidas por el contexto socio-profesional, pudiendo mencionarse entre sus características:
 - Constituyen en un calificador del desempeño, en tanto es una evidencia demostrada del mismo.
- Coexiste con el desempeño y las competencias.
- Caracteriza las exigencias y las normas inherentes a la profesión, ocupación, puesto de trabajo, actividades, premisas, funciones.
- Se modifica y adapta a partir de las exigencias, requerimientos del ámbito de desempeño profesional.
Al respecto, Tamayo (2003) concibe las competencias profesionales como la capacidad productiva de un individuo que se define en términos de desempeño en un determinado contexto laboral y refleja los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes necesarias para la realización de un trabajo efectivo de calidad.
Asimismo, Zabala y Arnau (2008:) definen competencia como “la capacidad o habilidad de efectuar tareas o hacer frente a situaciones diversas de forma eficaz en un contexto determinado,  para ello es necesario movilizar actitudes, habilidades y conocimientos al mismo tiempo, de forma interrelacionada” (p. 43-44)
De acuerdo con la definición anterior, las competencias tienen implícito el elemento contextual, referido al momento de aplicar estos saberes que la persona debe movilizar. En ese sentido, Perrenoud (2007) afirma “El concepto de competencia representa una capacidad para movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situaciones” (p.47). De la concepción anterior, se deducen cuatro aspectos esenciales:
- Las competencias no son en sí mismas conocimientos, habilidades o actitudes, aunque movilizan e integran tales recursos.
- La movilización solo resulta pertinente en situaciones específicas. Aunque se pueden tratar por analogía con otras ya conocidas.
- El ejercicio de la competencia pasa por operaciones mentales, complejas, sostenidas por esquemas de pensamiento, los cuales permiten determinar y realizar una acción relativamente adaptada a la situación.
En ese sentido, la competencia docente corresponde a la parte normativa, funcional del trabajo académico que le permite desempeñarse adecuadamente en el contexto de las prácticas educativas concretas de este campo profesional. Estas se expresan en desempeños genéricos, los cuales corresponden a las características de las funciones y acciones propias de prácticas docentes específicas del quehacer cotidiano del docente dependiendo del nivel donde éste se ubique. En esa línea de pensamiento, Rueda (2009) señala:

Es muy difícil sostener que las competencias docentes puedan ser las mismas para todas las instituciones escolares, ya se trate de la educación básica, media superior o superior, orientadas a la formación técnica o profesional, centradas en la docencia o la investigación. (p.82)


De lo antes señalado se infiere que las competencias que deben lograr los profesores se van a relacionar con las tareas a realizar, lo cual hace necesario conocerlas. Al respecto, Imbernón (2007) las agrupa en tres grandes categorías, las cuales se encuentran en relación de interdependencia del profesor con: la comunidad, la escuela como institución,  el alumno y el grupo clase.
- El profesor en relación con la comunidad; exige de este el conocimiento profundo de la comunidad donde se desempeña de modo que pueda incorporar a su gestión los valores culturales y tradiciones propios de ésta. En ese orden de ideas, Imbernón (2007) expresa: “Este conocimiento del medio enlaza directamente con la toma de decisiones para diseñar proyectos curriculares, pues todos estos elementos del medio deberán estar presentes en la curricula prescindiendo  de manuales únicos los cuales dicen el qué enseñar en cualquier circunstancia”. (p.30)
- El profesor en relación con la escuela como institución; apunta al conocimiento que debe tener el profesor del sistema educativo para poder integrarse y adaptarse a él, desarrollándose plenamente. Dentro de las competencias implícitas en esta categoría se encuentran:
- Preparación cultural.
- Análisis crítico.
- Capacidad reflexiva.
- Conocimiento técnico.
- Capacidad de adaptación.
- Capacidad de trabajo en equipo o cooperativo.
- Capacidad organizativa.
- Competencias en áreas de gestión administrativa.
- El profesor en relación con el alumno y el grupo clase; es a juicio de Imbernón (2007), el más importante, por cuanto en él suceden la mayoría de las actividades que buscan maximizar la relación enseñanza-aprendizaje. Mientras mejor conozca el docente a sus estudiantes mejor podrá adaptar sus intervenciones pedagógicas al grado de madurez, necesidades e intereses de éstos. Otra clasificación la propone Rychen (2008) relacionada con:
- Actuar autónomamente, la cual comprende la habilidad para: defender y hacer valer sus derechos, intereses, responsabilidades, necesidades; formar, conducir planes de vida, así como proyectos personales; actuar dentro de un contexto más amplio.
- Utilización interactiva de herramientas; se refiere a la habilidad para: usar el lenguaje, símbolos, textos; utilizar nuevas tecnologías; usar el conocimiento y la información, todo ello,  interactivamente.
- Funcionamiento en grupos socialmente heterogéneos;  se refiere a poseer  la habilidad para: relacionarse bien otros; cooperar; manejar y resolver conflictos.
En ese marco de ideas, Jaik (2011) señala que las competencias como concepto, enfoque, paradigma educativo, emergen en los años 80, se inician como un debate surgido en los países industrializados, sobre la necesidad de mejorar la relación existente entre el sistema educativo y el productivo, sobre todo para educar, capacitar a la mano de obra requerida.
Al respecto, Casimiro (2004) plantea que las competencias en el campo educativo se refieren al desarrollo de habilidades para resolver problemas en una situación inédita; lo cual implica retener y aprender cada fragmento de una disciplina o tema específico, abordar aprendizajes  significativos, con sentido o desarrollar habilidades para la vida. Asimismo, expresa Cruz (2009) este enfoque puede analizarse desde tres aspectos fundamentales: epistemológico, psicológico, pedagógico.
 Ámbito epistemológico; el enfoque por competencias implica la necesidad de acceder al conocimiento, de manera que quien enseña y el aprendiz sean capaces de tomar decisiones para actuar según las realidades del entorno donde le corresponde ejercer influencias, tanto instructivas como educativas o donde se enfrenta al conocimiento. Es así como este enfoque hace responsable a cada uno del aprendizaje, el estudiante entonces se responsabiliza de realizar lo necesario para construir sus conocimientos.
 Ámbito psicológico; el enfoque por competencias provoca una necesidad constante de aprender, actualizarse, formarse permanentemente en diversas áreas del saber que varían con el tiempo para considerarse como conocimientos útiles; es así como se apropian del sentido de competitividad, pero no como rivalidad, sino superación o renovación.
Ámbito pedagógico; las competencias conducen al trabajo docente en torno a una actividad en el aula centrada en la formación y no en la información; de manera que éste requiere de sensibilidad, inteligencia, sentido de solidaridad. Es necesario entonces la colaboración entre estudiantes-docentes, así como entre los grupos de estos últimos. Al analizar las afirmaciones anteriores, puede decirse que el enfoque por competencias permite, entre otros aspectos:
- Un mayor acercamiento entre la educación y el trabajo.
- Concretar los cuatro pilares de la educación: aprender a aprender, ser, conocer, vivir en paz con los demás.
- Contribuir a la prosperidad de los individuos, inclusive para los que cuentan con un bajo nivel de estudios oficiales.

2.7 Desempeño Académico de los Alumnos

 Recibe diversas definiciones, las cuales pueden ser clasificadas en dos grupos: las  que consideran el desempeño-rendimiento como sinónimo de aprovechamiento y donde se hace distinción entre ambos conceptos. En la primera, puede ser resumiendo por el rendimiento estudiantil promedio, el cual se refiere al resultado de la medición o valoración de los logros alcanzados por el educando en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Esta evaluación del rendimiento, señalan Palacios y Andrade (2007) está asociada al acopio sistemático de datos cuantitativos y cualitativos que permite formular juicios de valor acerca de las características o variables medidas, para así determinar si los cambios propuestos en los objetivos de aprendizaje se están realizando en los educandos, para poder expresarlo mediante la calificación asignada por el profesor o el promedio obtenido por ellos.
En cuanto a la segunda perspectiva, Silva y Sarmiento (2009) señalan que las medidas de rendimiento o aprovechamiento expresadas de esta manera no reflejan otras características inherentes a las competencias profesionales y no brindan una medida homogénea entre períodos o proyectos. En este sentido, el desempeño académico está asociado a un conjunto de experiencias educativas, no solo a las calificaciones obtenidas.
De esta manera, el desempeño académico se concibe como una responsabilidad institucional, estrechamente vinculada con la calidad de la enseñanza y el criterio de formación integral. En este orden de ideas, el autor antes citado, plantea que este implica el desarrollo de acciones, donde se considere, entre otros, los siguientes aspectos:
- Revisión de los procesos de enseñanza.
- Ambientes formativos.
- Competencias y cualidades que se desarrollan.
En esa línea de ideas, Acevedo (2008) concibe el desempeño académico de los estudiantes como “la expresión concreta de los recursos que pone en juego el estudiante cuando lleva a cabo una actividad académica, enfatizando el uso o manejo del conocimiento en condiciones en las cuales este sea relevante” (p.98)
En ese sentido, se considera el desempeño académico como un fenómeno educativo de carácter complejo e integral que involucra tanto a los estudiantes con sus logros y experiencias en su interacción con la escuela, como a las diversas dimensiones institucionales, las cuales contribuyen a la formación integral de éstos como sujetos, pensantes, críticos.
Ahora bien, según González (2009) las definiciones de desempeño académico pueden ser clasificadas en dos grupos, aquellas que lo definen como sinónimo de aprovechamientos, y donde se considera el aprovechamiento como una medida o manifestación de desempeño. Se considera además, como un factor íntimamente relacionado con el aprendizaje de los estudiantes.
Asimismo, Alves y Acevedo (2009) entienden por desempeño “el resultado del proceso de aprendizaje, a través del cual el docente en conjunto con el estudiante pueden determinar en qué cantidad y calidad, el aprendizaje facilitado, ha sido interiorizado por este último” (p.81). Sin embargo, aunque el desempeño académico esté directamente relacionado con el proceso enseñanza-aprendizaje, es necesario tomar en cuenta la existencia de otros factores influyentes en él.
En relación con lo anterior, Ramírez y Vales (2009) identificaron al menos tres variables relacionadas con el desempeño académico: factores de motivación, estrategias de aprendizaje del estudiante, estilo de enseñanza del profesor, siendo primordiales las características propias del educando como sus habilidades intelectuales y sociales.
La motivación, señalan los autores, se considera como un elemento propiciador de la implicación del sujeto que aprende: cuando un estudiante está fuertemente motivado todo su esfuerzo y personalidad se orienta hacia el logro de una determinada meta, empleando para ello todos sus recursos. En esa línea de pensamiento, la motivación para aprender hace referencia a una disposición continuada de valorar el aprendizaje como una actividad satisfactoria, merecedora de esfuerzo para conocer, así como dominar las situaciones académicas.
El rasgo antes mencionado es más característico en los estudiantes que encuentran el aprendizaje intrínsecamente valioso, quienes se divierten o satisfacen aumentando sus conocimientos, incrementando su entendimiento de conceptos o procesos, o dominando destrezas. En situaciones específicas, un estado de motivación para aprender se da cuando al afrontar una tarea es guiado por la meta o intención de adquirir el conocimiento o dominio de la destreza que la actividad posee.
Desde esa perspectiva, Hernández y García (2009) parten de la base que el desempeño está regulado por cuatro factores cada uno de los cuales presenta características propias de cada estudiante y del tipo de tarea a efectuar. Consideran como el primero de ellos las aptitudes intelectuales, las cuales pueden ser convergentes, si el razonamiento basado en la interrelación de los elementos lleva a una solución única, o divergentes si la capacidad para relacionarlos conduce a soluciones múltiples, diferentes, originales.
El segundo factor, por su parte, lo forman los motivos que les impulsan a estudiar. Puede ser el deseo de perfeccionamiento y superación (logro), la autoexigencia, cumplimiento de la norma (obligación), conocer e investigar (epistemología), generar proyectos o plasmar a través de la acción las propias ideas (realización), relacionarse  con los demás, recibir afecto-aprobación (afiliación), alcanzar una recompensa externa (extrínseco).
En relación al tercer factor, está conformado por los rasgos o estilos de personalidad como la imagen y valoración que se tiene de uno mismo (autoconcepto), el impulso desproporcionado, anticipado suscitado por una percepción de amenaza o búsqueda de éxito (ansiedad), las metas bajas, altas o adecuadas a las posibilidades reales de éxito (nivel de aspiración), la tendencia a ordenar, así como a planificar la tarea (hábitos organizativos), la capacidad para controlar los propios impulsos en busca de operatividad, adaptación (autocontrol). El cuarto factor se refiere al tipo de tareas a las cuales se enfrenta el estudiante, que pueden ser:
- Reproductivas, si en la evaluación se exigen respuestas similares a las ofrecidas durante el proceso de enseñanza aprendizaje.
- Productivas, si las tareas requeridas son derivadas, inferidas o transferidas de lo aprendido.
- Heterónomas, si son tareas propuestas por los profesores cuyos contenidos son dados.
- Autónomas, si el estudiante las desarrolla y autogenera.
Estos factores no afectan de igual manera a todos los estudiantes, son factores complementarios, por ejemplo, un estudiante con pensamiento convergente y motivado hacia la realización rendirá si la tarea es reproductiva, pero no en actividades autónomas. En ese marco de ideas, Covington (2008), plantea que todo estudiante se encuentra entre dos polos: la motivación por lograr éxito académico, así como el miedo al fracaso se caracteriza por tener autoconfianza en sus habilidades, utilizar buenas estrategias de estudio, pero también por desarrollar un elevado nivel de ansiedad, lo cual genera una dedicación de gran cantidad de tiempo al estudio, siendo considerado un educando exigente.
En cambio, el estudiante motivado por lograr éxito académico con poco miedo al fracaso, posee también gran autoconfianza y buenas estrategias de estudio, pero a diferencia del exigente no muestra un elevado nivel de ansiedad,  dedicando una cantidad de tiempo moderada al estudio, considerándose como orientado al éxito.
Un tercer tipo de estudiantes son aquellos que dudan de sus capacidades y tienen malas estrategias para enfrentarse al estudio, el miedo al fracaso les genera elevados niveles de ansiedad, por lo cual dedican una desmedida cantidad de tiempo a estudiar. Finalmente, se ubican quienes no manifiestan ningún tipo de ansiedad, dedicando poco tiempo o esfuerzo al estudio debido al estado de desamparo en donde se encuentran. Se denominan resignados al fracaso.
En ese marco de ideas, González y Núñez (2007) el autoconcepto es una de las variables más importantes dentro del ámbito motivacional, el cual incide significativamente en el correcto funcionamiento del campo cognitivo, pues la implicación activa del estudiante en el proceso de aprendizaje aumenta cuando se siente autocompetente, es decir, cuando confía en sus propias capacidades, tiene altas expectativas de autoeficacia, valora las tareas y se siente responsable de los objetivos de aprendizaje.
Todo lo anterior influye, tanto sobre las estrategias cognitivas y metacognitivas que pone en marcha a la hora de abordar las tareas como sobre la regulación del esfuerzo, así como la persistencia, lo que a su vez incide de forma, tanto directa como positiva sobre el desempeño académico de los estudiantes. Al respecto, González (2003) señala:

El  autoconcepto académico es la imagen que el sujeto se forma de sí a partir de su desempeño académico y las capacidades que lo determinan, aspectos importantes para el sujeto, en la medida en que también lo son para el medio que les rodea. (p.90)

Por tanto, el autoconcepto que un estudiante tiene sobre sus potencialidades académicas puede limitar sus esfuerzos para rendir y, por tanto, influencia fuertemente en su desempeño académico. Éste, comprende cuatro funciones principales:
- Guía la conducta humana y capacita al estudiante para desempeñar distintos papeles que realiza en su vida en sociedad.
- Es mediadora en el proceso de información social, especialmente en los aspectos relacionados con una información relevante para sí mismo.
- Regula el afecto, al seleccionar o reinterpretar la información referente al sí mismo de manera que sea consistente con autoconcepciones previas (positivas normalmente), para favorecer el autoconcepto siempre que sea posible.
Ahora bien, para entender la clasificación de los componentes del autoconcepto, señala González (2003), se debe partir del concepto de actitud considerada como una organización de creencias, relativamente perdurable, en torno a un objeto o una situación que predispone al estudiante a responder de una manera preferencial. Por tanto, pueden distinguirse los siguientes componentes:
- Componente cognitivo: es el autoconcepto definido como opinión que tiene el estudiante de su  identidad, personalidad y conducta. Esta opinión de sí mismo determina el modo como  organiza, codifica, usa la información obtenida sobre su persona.
- Componente afectivo: es la valoración que hace el estudiante de sus cualidades, en la cual intervienen la sensibilidad y la emotividad ante los valores, así como contravalores propios.
- Componente conductual: es la autoafirmación dirigida hacia el propio yo, así como la búsqueda de consideración y reconocimiento por parte de los demás.
Desde esa perspectiva, Poveda (2007) define el autoconcepto como la percepción que un estudiante tiene de sí mismo, formada a través de sus experiencias, así como de sus relaciones con el medio, donde juegan un papel fundamental los refuerzos ambientales y las personas significativas, estableciendo siete aspectos fundamentales:
- Es una estructura organizada mediante la cual los estudiantes categorizan la información que tienen sobre sí mismos y relacionan tales categorías entre sí.
- Es multifacético, las experiencias personales, familiares, culturales, entre otras, determinan la formación de autoconceptos específicos, diferentes entre sí y del autoconcepto personal.
- Está organizado jerárquicamente, en la parte superior, se sitúa el autoconcepto general dividido en dos áreas: académica y no académica, la primera se divide a su vez en subáreas específicas e igualmente el segundo en físico, social, emocional.
- El autoconcepto general es estable, pero a medida que uno desciende en la jerarquía, se hace más dependiente de la situación específica y por ello menos estable.
- Las facetas del autoconcepto con la edad y la experiencia se van clarificando y definiendo.
- Tiene un carácter evaluativo.
- Puede diferenciarse de otros constructos con los que relaciona.
Ahora bien, el autoconcepto de un estudiante tienen una dimensión social y se aprende como consecuencia de la experiencia, es decir, al interactuar con el mundo físico, así como con personas significativas. No se centra en el logro de una tarea particular, sino que incorpora todas las formas de autoconocimiento, además de sentimientos de autoevaluación.
El desempeño académico constituye una variable de gran valor dentro del sistema educativo nacional, por cuanto contribuye a elevar el nivel cultural de la población, mejorar la calidad de la enseñanza, satisfacer las expectativas de una sociedad, pues el producto educativo debe responder en calidad, cantidad, las necesidades, objetivos a fin de lograr que la ciudadanía tome conciencia de su función y la educación se traduzca en un factor generador de desarrollo del país.
Ahora bien, el desempeño académico puede ser concebido como el resultante de un proceso particular de enseñanza aprendizaje, desarrollado de manera formal e integral como resultante de factores individuales que condicionan los esfuerzos y posibilidades de los estudiantes, dando lugar a niveles diferenciales del mismo.
Cabe señalar que el desempeño académico depende en gran medida de la eficiencia del profesor y de su capacidad de motivarlo, atendiendo a las diferentes necesidades identificadas en las sesiones de clase. En ese sentido, para Lacruz (2008) el profesor debe favorecer el desempeño de los estudiantes, considerándolos como receptores y elaboradores de su conocimiento, actuando  como facilitador del aprendizaje y no como dispensador de conocimientos.
En ese orden de ideas, García y otros (2012) expresan que el uso de estrategias como la organización del texto y la programación de las actividades de estudio, predicen significativamente el desempeño académico de los estudiantes. Por ello, una de las actividades prioritarias del profesor debe ser el desarrollo de tareas, las cuales contribuyan a facilitar la adaptación del estudiante al ambiente escolar para mejorar sus habilidades de estudio e incrementar su desempeño escolar.
Para Nava (2008) el desempeño académico se considera como el progreso alcanzado por los estudiantes en función de los objetivos programados, indicando que puede ser cuantitativo o cualitativo.

2.7.1 Desempeño Académico Cuantitativo

Se refiere, según Nava (ob.cit) a las calificaciones obtenidas por los estudiantes, las cuales se expresan mediante un número entero comprendido entre uno (1) y veinte (20) ambos inclusive, siendo la calificación mínima aprobatoria de diez (10) puntos. En otras palabras, se puede definir como la obtención definitiva de cada disciplina promediando las calificaciones finales obtenidas a lo largo de cada semestre.
En este sentido, Alves y Acevedo (2009) consideran el desempeño cuantitativo como:
 El  resultado de la mediación de los logros alcanzados por el estudiante durante el proceso de enseñanza aprendizaje, donde el estudiante es evaluado a través de exámenes, pruebas trabajos o cualquier estrategia pedagógica acorde a los objetivos de ese proceso utilizando una escala de evaluación de 1 a 20 puntos para ser catalogados como aprobados necesita un mínimo de 10 puntos (p.35).


Visto de esa forma, el desempeño cuantitativo se entiende como las calificaciones obtenidas por los estudiantes, es decir, es un proceso técnico pedagógico que juzga los logros de acuerdo con los objetivos de aprendizaje previstos, expresado como el resultado del aprovechamiento académico en función de diferentes objetivos planteados.
Desde esa perspectiva, Grant y Otros (2009) señalan que el desempeño académico cuantitativo se basa en el promedio de calificaciones obtenido por el estudiante por la aprobación o aceptación del docente, así como por el sentimiento de logro o éxito. Visto de esa forma, para alcanzarlo, es fundamental conocer inmediatamente los resultados de la evaluación, en términos cuantitativos, haciendo énfasis tanto en el éxito de sus respuestas como en las dificultades presentadas por este en el aprendizaje, de manera de poder corregirlas o dominarlas.
En este orden de ideas, Ordaz (2008) expresa que un estudiante alcanza un óptimo desempeño cuantitativo cuando, al comienzo del semestre, se le presentan los objetivos instruccionales a lograr, los cuales deben ser detallados y expresados en términos de conducta observable, pues el profesor, partiendo de situaciones específicas, le puede conducir al mismo.

2.7.2 Desempeño Académico Cualitativo

 Para Alves y Acevedo (2009) el desempeño académico cualitativo se refiere a” los cambios de conducta en términos de acciones, procesos, operaciones en donde el estudiante organiza las estructuras mentales que le permitan desarrollar un pensamiento crítico y así poder resolver problemas, así como generar soluciones ante soluciones cambiantes” (p.35)
En este marco de pensamiento, se asume como el resultado del proceso de aprendizaje, a través del cual el docente en conjunto con el estudiante puede determinar en qué cantidad y calidad, el aprendizaje ha sido interiorizado por este último. Por ello, los autores mencionados, lo definen “como la sumatoria total de cada apreciación suministrada por el docente en cada lapso”.
Ahora bien, este desempeño se ve afectado por  diversos factores individuales y socioeconómicos, los cuales incluyen la disposición, habilidades, actitudes, capacidad para el rendimiento, vinculados de manera directa. Estos se pueden clasificar según López (2009)  en psicológicos, fisiológicos, socioeconómicos, pedagógicos.
Para la evaluación de este tipo de desempeño, se deben registrar de manera permanente, mediante procedimientos apropiados el rendimiento del educando, tomando en cuenta los factores que integran su personalidad, valorando, la actuación del educador y los elementos que confirman dicho proceso.
Asimismo, se consideran las conductas de pre entrada o requisitos a cumplir por el estudiante para abordar la experiencia de aprendizaje, habilidades generales, capacidades de autorregulación para con el estudio, además del grado de involucramiento en el proceso, el cual depende de la motivación al logro del estudiante, también del nivel de desarrollo de la autonomía.
Asimismo, Moreno (2009) expresa que un estudiante con elevado desempeño académico cualitativo es aquel quien ha sido capaz de buscar, fortalecer y desarrollar sus potencialidades, a través de la captación de la estructura de los contenidos a desarrollar confrontando situaciones nuevas con las anteriores para adquirir nuevos conocimientos de manera significativa.



CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO

En este capítulo se presenta el aspecto metodológico utilizado en esta investigación, el cual está constituido por el tipo y diseño de la investigación, así como el procedimiento seguido durante el desarrollo del proceso investigativo.

3.1 Tipo y Diseño de la Investigación

Para el desarrollo de esta investigación se seleccionó un estudio de tipo documental, por cuanto se fundamentó exclusivamente en el análisis de datos o fuentes secundarias producto de la obra de otros investigadores o autores. Al respecto, Arias (2006) la define como “un proceso basado en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e interpretación de datos secundarios, es decir, los obtenidos y registrados por otros investigadores en fuentes documentales: impresas, audiovisuales o electrónicas”. (p.27)
Asimismo, Chávez (2007) señala “los estudios documentales son aquellos que se realizan sobre la base de documentos o revisión bibliográfica”. En relación al diseño, la investigación fue bibliográfica, la cual según Tamayo (2009) se utiliza cuando el investigador recurre “a la utilización de datos secundarios, es decir, aquellos que han sido obtenidos por otros y nos llegan elaborados y procesados de acuerdo con los fines de quienes inicialmente los elaboran y manejan…”. (p.109)
En ese sentido, este estudio consistió en la realización de una monografía, la cual comprende un desarrollo amplio y profundo del tema referido a la relación entre la gerencia estratégica y la calidad de la educación, con base en el análisis e interpretación de la información recolectada en función de un esquema preliminar.

3.2 Procedimiento

El desarrollo de la presente investigación involucró la realización de las siguientes fases:
1. Ubicación, Selección y extracción de la información: consistió en seleccionar  el área de estudio e identificación de las variables siendo en este caso: elementos de la gerencia estratégica, gestión directiva, competencias docentes  desempeño académico de los alumnos, identificando el problema de investigación, formulando  sus objetivos, tanto el general como los específicos,    elaborando el cuadro operacional de las variables con sus indicadores y subindicadores correspondientes como guía para la extracción de la información del estudio.
2. Procesamiento de Datos: Correspondió al análisis de estudios previos, a fin de desarrollar los antecedentes que  sirvieron de orientación, para los fines del presente estudio, así como la revisión de las conceptualizaciones de los diferentes autores seleccionados en el área.
3. Estructuración y elaboración del marco teórico: En esta fase se seleccionaron los estudios y teorías más pertinentes  para  sustentar las variables en estudio, desglosándolas en indicadores y subindicadores.
Asimismo, se consideró para la elaboración del trabajo el método analítico el cual proporcionó un modelo investigativo que permitió responder teóricamente al problema planteado, utilizando para ello la técnica del fichaje. Finalmente, se elaboraron las conclusiones y recomendaciones como resultado de la temática tratada en el marco teórico



















CAPÍTULO IV
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

4.1 Conclusiones

Luego de culminado el análisis de los aportes teóricos relacionados con las variables del estudio: elementos de la gerencia estratégica y calidad de la educación, se obtuvo información relevante que permitió la elaboración de las siguientes conclusiones:
Se  considera que la buena marcha de las instituciones educativas depende en gran parte de la gerencia desarrollada por los directivos, quienes diseñan y promueven estrategias conducentes al éxito de la organización, siendo necesario para ello, promoverla, así como definir una línea gerencial en la aplicación de las funciones administrativas las cuales permitan optimizar el desempeño laboral de todos sus miembros, en consecuencia, alcanzar la calidad de la educación que éstas imparten.
La  eficiencia de la gerencia educativa debe estar sustentada en una sólida preparación académica de quien la ejerce, así como un conocimiento del desarrollo humano, y una visión definida que produzca o genere aprendizajes significativos en el personal docente de las instituciones educativas, lo cual implica generar condiciones para promover la calidad dentro de la organización, despertando en sus miembros, el sentido de responsabilidad, ética, mística de trabajo con amplia visión para innovar, promover el cambio de paradigmas, conduciéndola al logro de los objetivos propuestos.
Sin embargo, al considerar los señalamientos anteriores, se concluye que en las instituciones de educación primaria del municipio Baralt, los directores no realizan de forma adecuada la gestión directiva, por cuanto no ejecutan estrategias para integrar a los miembros de la organización, conformándose con la repetición de modelos tradicionales, cumplimiento de normas y patrones prestablecidos, los cuales no se corresponden con las exigencias del plantel, por ende, avanzar con eficiencia, eficacia en búsqueda de la calidad educativa.
Esa situación es contraria a  la estructura organizativa propuesta por el Ministerio del Poder Popular para la Educación en lo concerniente a la gestión directiva cuando le asigna al gerente le asigna la responsabilidad de conducir las instituciones educativas con miras a mejorar la calidad educativa.
Dentro de ese contexto, se expresa la exigencia de un gerente educativo con habilidades, competencias, capaz de enfrentar los retos planteados al mismo, es decir, su interés no solo debe enfocarse en dirigir, sino responsabilizarse por la institución mediante una sólida formación que le permita interpretar los procesos relacionados con su cargo, ejerciendo la dirección y orientación de los diferentes actores de la comunidad educativa, así como la administración de los recursos con el fin de asegurar la calidad de la educación.
Se considera una educación de calidad aquella cuyos contenidos responden adecuadamente a lo que el individuo necesita para desarrollarse como persona y actuar en los diversos ámbitos de la sociedad, lo cual sólo es posible con una adecuada planificación didáctica del docente, que permita una verdadera construcción de los aprendizajes en sus alumnos, como meta esencial de las escuelas.
La calidad educativa surge, entonces, como resultado de diversos factores, entre ellos las competencias docentes, las cuales están concebidas considerando las funciones que éstos deben desempeñar en el ejercicio de su profesión y las demandas que le plantea la sociedad.
Un segundo elemento lo constituye el desempeño académico de los alumnos, el cual como factor de generación de calidad educativa debe ser concebido como un fenómeno educativo de carácter complejo e integral que involucra tanto a los estudiantes con sus logros y experiencias en su interacción con la educación superior, como a las diversas dimensiones institucionales, las cuales contribuyen a la iniciación profesional, así como la formación integral de éstos como sujetos, pensantes, críticos.
Este desempeño, se ve influido a su vez por un conjunto de factores entre los cuales se ubica su estilo de aprendizaje y la eficiencia del docente como facilitador de los aprendizajes, quien debe demostrar el dominio de diversas actividades como: manejo y resolución de conflictos, uso interactivo de herramientas, elaboración de proyectos, entre otros.

4.2 Recomendaciones

Como culminación de este proceso investigativo, se formulan las siguientes recomendaciones:
- Es indispensable que el directivo conozca ampliamente su ámbito laboral para convertirse en un promotor constante de cambio. En tal sentido, su misión principal es garantizar al máximo la efectividad de su gestión, con lo cual se guían las acciones para el mejoramiento de la calidad educativa en beneficio del colectivo estudiantil.
- Quien enfrente hoy el reto de dirigir una institución educativa, más que administrar debe ser un planificador potencial, el cual requiere ejecutar su trabajo con ideales elevados, preparación profesional y ciertas habilidades en la práctica, le permita ser sensible a las relaciones humanas, minimizar diferencias entre los individuos, luego volcar éstas al logro de los objetivos propuestos.
-  El directivo debe fortalecer el trabajo cooperativo, coordinado y equilibrado, aumentar la motivación para satisfacer las necesidades individuales tanto personal como profesionalmente, con niveles de autoridad compartidos donde los empleados se sientan partícipes del quehacer educativo.
- Los directivos de las escuelas primarias, deben desempeñarse como agentes de cambios durante el proceso de transformación institucional, interactuando no sólo de acuerdo con sus conocimientos gerenciales, sino también con base en el conjunto de tareas a ejecutar en concordancia con las disposiciones establecidas por el Estado Venezolano.
- El gerente educativo debe influir en el desempeño de la institución en forma eficiente y eficaz, como una manera para responder a las necesidades e intereses de quienes integran la organización escolar, así como a las exigencias de la sociedad en el proceso globalizador, integrador.



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