´PARADIGMA DE LA INVESTIGACIÓN

   Para Martínez (2010) el nuevo paradigma emergente tendrá muy presente que las ciencias humanas nunca podrán ser objetivas, porque sencillamente jamás lograrán objetivizar a su objeto de estudio, que es el científico mismo, en el acto de hacer ciencia, pues esta es un producto del hombre y nunca podrá dar razón plena de él.
   El hecho de pensar con nuevas categorías constituye algo en verdad desafiante para la mente humana, ya que debe inventarlas. En ese sentido, Martínez (ob.cit.) se pregunta ¿qué es la ciencia? lo cual no puede obtener una respuesta científica, pues no existe un método para considerarla como objeto.
   Por ello, considerar como absolutos y eternos los caracteres de la ciencia que tienen un nexo antropológico innegable, y por lo tanto, dependen básicamente de la organización histórica de la sociedad genera en la institución científica la más anticientífica de las ilusiones, por entrar a los territorios fronterizos de lo inter y multidisciplinario de la investigación.
El término paradigma, según Bisquerra (2009), deriva directamente de la lengua griega, se puede traducir como ejemplo que sirve de norma. En el mundo de las ideas, prototipo del mundo sensible en donde se vive; en el mundo de la praxis, conjunto de formas, las cuales sirven de modelo para diversos tipos que fundan y defienden un sistema material. Los paradigmas son también aquellos principios que asocian o disocian las nociones fundamentales que rigen, controlan todo el discurso teórico que transforma la realidad. Una modificación en el paradigma significa una modificación de dicha realidad.
La concepción de paradigma parte de la propuesta de Kuhn (2002), acerca de las revoluciones científicas como procesos que proporcionan los elementos para romper esquemas tradicionales a las que está ligada la ciencia normal; es así, que el autor antes mencionado conceptualizó a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, han proporcionado modelos de problemas y soluciones a comunidades científicas.
La noción de paradigma abordada por Khun da una imagen básica del objeto de una ciencia, es más, define lo que se debe estudiar, las preguntas a responder, es decir, los problemas a estudiar y cuáles son las reglas a seguir para interpretar las respuestas que se obtienen. Por tanto, un paradigma constituye una cosmovisión del mundo compartida por una comunidad científica. Es un modelo para situarse ante la realidad, para interpretarla, así como darle solución a los problemas presentes en ella.
De acuerdo con Sandín (2003), un paradigma supone una determinada manera de concebir e interpretar la realidad, también constituye una visión compartida del mundo, por un grupo de personas, una comunidad científica, sobre cómo explotar los avances conseguidos en el pasado ante los problemas existentes, creándose así soluciones universales, lo cual le asigna un carácter socializador y también normativo con relación a los métodos y técnicas a utilizar en la investigación.
Por su parte, Guba y Lincoln (1994), plantean que los paradigmas son sistemas de creencias básicas, donde están presentes los principios que maneja el investigador en cuanto a la naturaleza de la realidad a estudiar, la cual constituye la dimensión ontológica, la relación entre el investigador y el objeto de estudio, lo que representa la dimensión epistemológica, los métodos y procedimientos para descubrir lo cognoscible, que incorpora la dimensión metodológica.
Cabe señalar que, en la concepción de un paradigma para abordar el estudio de una realidad determinada, es necesaria la consideración de principios básicos esenciales, los cuales influyen en la naturaleza de la situación investigada, a la teoría del conocimiento asumida y orienta el trabajo en cuanto a la metodología utilizada para obtener resultado. Según Crotty (1998), un paradigma suele concebir diversas perspectivas teóricas y metodológicas, que informan y subyacen los procesos de investigación.
Por tanto, un paradigma científico puede definirse como un principio de distinciones-relaciones-oposiciones fundamentales entre las nociones matrices que generan y controlan el pensamiento, es decir, la constitución de teorías y la producción de los discursos de los miembros de una comunidad científica determinada. El paradigma se convierte, así, de acuerdo con Padrón (2010)  en un principio rector de las reglas básicas en las  que se construye el conocimiento de las realidades del mundo y de la propia existencia humana.
Asimismo, Padrón (2010) señala que los modelos paradigmáticos son de carácter metafísico, epistemológico, los cuales proporcionan el argumento constituyente de heterogéneas tradiciones filosóficas supeditadas a ellas, en cuya estructura presenta directrices generales de agrupamiento de diferentes especulaciones, mientras las circunstancias exigen eficientes procesos de investigación, concebir definiciones, conceptos por clarificar, desacuerdos por superar. Por lo tanto, en cada estudio el investigador o sujeto cognoscente está en la necesidad de formularse un espacio de reflexión orientado a determinar su posición paradigmática, donde confluyan de manera coherente sus esferas de pensamiento ontológico, epistemológico y metodológico.
De acuerdo con lo antes señalado se alude al paradigma en un sentido epistemológico como marco de referencia para la investigación científica. Por tanto, se considera un paradigma es un sistema teórico dominante en la ciencia en cada período de su historia, que organiza y dirige la investigación científica en determinada dirección, también permite el surgimiento de ciertas hipótesis e inhibe el desarrollo de otras, así como centra la atención de quién investiga en determinados aspectos de su objeto de estudio y oscurece otros.
Paradigma cuantitativo: Zúñiga y García (2011), destacan que este paradigma se caracteriza por afirmar como único saber verdadero aquel producido por la ciencia, particularmente con el empleo de su método. En consecuencia, asume como fuentes aceptables de dicho conocimiento, sólo las ciencias empíricas. De acuerdo a los autores antes mencionados, presenta las siguientes bondades investigativas para el descubrimiento de la realidad cognoscible:
1. Es válido asumir que el sujeto cognoscente puede acceder absolutamente al objeto por conocer; además, hacerlo por medio de un método específico válido para todos los campos de la experiencia.
2. La realidad es única, puede ser fragmentada para su análisis y las partes pueden ser manipuladas independientemente.
3. El sujeto cognoscente y el objeto por conocer son independientes uno del otro.
4. El enfoque cuantitativo considera que es posible establecer leyes generales, permanentes independientemente del tiempo.
5. Esta perspectiva asume que es posible establecer las causas de los hechos.
6. Su enfoque metodológico es predominantemente cuantitativo.
7. Parte de teorías previamente seleccionadas de la cual se extraen por un enfoque hipotético deductivo, hipótesis que se desea contrastar en la investigación para confirmarlas o desecharlas.
8. El método de la ciencia es descriptivo. Esto significa que describe los hechos y muestra las relaciones constantes entre ellos, expresadas mediante leyes, permitiendo su previsión.
El enfoque cuantitativo está dado por el diagnóstico de la situación real de la formación docente desde el enfoque por competencias en la educación secundaria, de las cuales se obtendrán estadísticos que, conjuntamente con los enfoques teóricos presentados permitirán el análisis crítico interpretativo de los datos para diseñar el programa de formación, el cual constituye la propuesta de este estudio. En ese marco de ideas, Hernández y otros (2014) señala que  el enfoque cuantitativo regularmente  elige una idea, que transforma en una o varias preguntas de investigación relevantes; luego de éstas deriva hipótesis y variables; desarrolla un plan para probarlas; mide las variables en un determinado contexto; analiza las mediciones obtenidas (con frecuencia utilizando métodos estadísticos) y establece una serie de conclusiones respecto de la (s) hipótesis.
De acuerdo con lo anterior, se hace necesario validar el conocimiento a obtener mediante el conocimiento científico, haciendo uso de la deducción, que parte de un marco general de referencia y va hacia el análisis de casos particulares. Sin embargo, aun cuando la medición es útil si el objeto de estudio es másico o cuantificable se revela problemática cuando el objeto es difuso o, finalmente no cuantificable por estar relacionado con el imaginario, las representaciones sociales o subjetivas del individuo.
Se hace necesario entonces un paradigma alternativo que permita trascender el actual estado en el que se encuentra la humanidad, entre una alternativa ya superada en su exclusividad como el paradigma cuantitativo y el postmodernismo, el cual permita estudiar aspectos no másicos de la realidad, relacionados con el imaginario cultural, las representaciones simbólicas, así como los demás aspectos de la vida social del ser humano.
Surge así una nueva concepción de la ciencia y del conocimiento humano. Las ideas no son reflejos de la realidad, sino traducciones de lo real; son reconstrucciones y reconfiguraciones de lo percibido producto de la interacción de los hombres en sus diversas formas de vida. La objetividad clara y distinta del sujeto cartesiano es entonces desplazada por la intersubjetividad representada por el paradigma cualitativo.
Paradigma cualitativo: esta postura paradigmática se considera como un proceso activo, sistemático y riguroso de indagación dirigida, en el cual tomo decisiones sobre lo investigado. En este contexto, como investigador entro en el campo con una orientación teórica consciente que refleja un conocimiento sustantivo de la teoría de las ciencias sociales. Al mantener un estilo interactivo con el fenómeno objeto de estudio, permite establecer una relación entre ambos surgiendo de esta manera, entre ambos las preguntas que orientan la investigación. 
Su propósito, según Hernández y otros (2014), consiste en reconstruir la realidad  tal y como la observan los actores de un sistema social previamente definido. Su proceso investigativo es flexible, se mueve entre los eventos, su interpretación, entre las respuestas, el desarrollo de la teoría. Con frecuencia se basa en métodos de recolección de datos sin medición numérica, como las descriptivas y las observaciones.
Este paradigma, generalmente se utiliza para descubrir y refinar preguntas de investigación. A veces, se prueban hipótesis, aunque lo más usual es que las preguntas e hipótesis surgen después, como parte del proceso de investigación. Su propósito consiste en reconstruir la realidad tal y como la observan los actores de un sistema social previamente definido.
El paradigma cualitativo representa, para Bourdieu, Chamboredon y Passeron (2007), las tendencias interpretativa, fenomenológica, hermenéutica, naturalista, que figura en la investigación socio-educativa desde la década de los años 70. Es decisivo para la expresión intencional en el proceso investigativo pues determina los sistemas abiertos de dicho proceso para ser entendidos por la mente humana, pues según Ruiz e Izpizua (2009) se posicionan en la creencia, sobre la interconexión de todas las cosas y en la uniformidad  básica de las mismas.
Cabe señalar que el paradigma cualitativo es emergente, en formación, el cual aun cuando se guía por áreas o temas significativos, pueden desarrollar preguntas e hipótesis antes, durante o después de la recolección y el análisis de los datos; la acción indagada se mueve de manera dinámica en ambos sentidos, entre los hechos, su representación, resultando un proceso más bien circular en donde la secuencia no siempre es la misma, pues varía con cada estudio.
En ese sentido, el paradigma cualitativo es una vía esencial para la producción de teoría, es decir, para la construcción de modelos teóricos de inteligibilidad en el estudio de sistemas que no son directamente accesibles, ni en su organización, tampoco en los procesos característicos de la observación externa.
De esa manera, entre la teoría general asumida por un investigador y el momento actual de la investigación, se produce una tensión permanente, lo cual es una condición para el desarrollo del modelo que permitirá la producción de conocimiento en cada investigación concreta. Es así como el investigador, a través de su capacidad reflexiva, es el responsable por los cambios de la teoría ante la presión de la realidad estudiada, la cual solo toma forma en términos teóricos.
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Bisquerra, R. (2009) “Metodología de la investigación cualitativa”. Editorial La Muralla. Madrid
Bourdieu, P; Chamboredon, J. y Passeron, J. (2007) “El oficio del sociólogo”. Editorial Siglo XXI. México
Crotty, D. (1998) “Filosofía”. Editorial Morata. Madrid
Guba, E. y Lincoln, Y. (1994) “Investigación Naturalista”. Editorial Planeta. Madrid
Hernández, R. y otros (2014) “Metodología de la investigación”. Editorial Mc Graw Hill. México
Kuhn, T. (2002) “La estructura de las revoluciones científicas”. Editorial Amorrortu. Buenos Aires
Martínez, M. (2010) "El método etnográfico. En: Comportamiento humano: nuevos métodos de investigación". Editorial Trillas. México 
Padrón, J. (2010) “Paradigmas de investigación en ciencias sociales. Un enfoque curricular”. Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Caracas
Ruiz, J. e Izpizua (2009) “La descodificación de la vida cotidiana. Métodos de investigación”. Ediciones Deusto. Bilbao. España
Sandín, M. (2003)  “Investigación cualitativa en educación: fundamentos y tradiciones”. Editorial Mc Graw Hill. Madrid
Zúñiga, C. y García, J. (2011) “Investigación en educación: procesos interacciones y construcciones”. Universidad Nacional de Educación a Distancia. San José de Costa Rica 




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